Más allá de que es discurso político que cuestiona a la prensa sea agresivo y generalizador, debemos reconocer que hay un principio de razón en varios cuestionamientos: muchos periodistas y medios
perdieron el contacto y el contrato con una sociedad que hoy por hoy es radicalmente distinta a lo que era cuando se fundaron las grandes cabeceras periodísticas.
¿Hay salidas o estamos ante un callejón que irremediablemente desembocará en una carnicería de medios, en el masivo desempleo de periodistas por parte del Estado, en la pérdida para las sociedades de la oportunidad de un debate democrático plural, amplio y libre? Las hay, pero obliga a que los involucrados repensemos las cosas desde cero. Sin mentirnos a nosotros mismos, sin sesgos motivados por la coyuntura política y con alguna lucidez.
De eso se trata este libro: ofrecer datos, muchos datos, para que a todos quienes nos importa o nos debe importar el trabajo de los medios de comunicación y periodistas ( en realidad, la sociedad en su conjunto) podamos sustentas reflexiones y aportar caminos aún no explorados para contar con mejores medios y mejores periodistas.