En conmemoración por el Día Internacional de la Libertad de Prensa, FUNDAMEDIOS, en colaboración con Dialogando Ando, realizaron ayer, jueves 3 de mayo, el conversatorio “Periodismo en Riesgo”, conducido por Danilo Manzano, activista LGBTI y María Gabriela Alvear, activista y defensora de los Derechos Humanos.
El evento contó con la participación de Arturo Torres, periodista de investigación, exeditor de Diario El Comercio y autor de El juego del camaleón; Rodolfo Asar, periodista de investigación y exdirector del programa Día a Día y Mitos y Verdades de Teleamazonas; y Dolores Ochoa, fotoperiodista de la agencia Associated Press.
El periodista Rodolfo Asar fue el primero en iniciar el diálogo: “El rol de los periodistas es ayudar a que la sociedad avance y conozca lo que sucede. Esa es la razón por la que nos odia el poder, nos insultan los dictadores del mundo y somos asesinados por narcotraficantes. Algo tienen en común todos ellos…”, dijo.
Además, recordó que a Ecuador le hacen falta 3 trabajadores de Diario El Comercio (Efraín, Paúl y Javier), secuestrados y asesinados en la frontera Norte del país, y explicó que la consigna “nadie se cansa” hace alusión al pedido de los familiares para exigir la repatriación de los cuerpos y al gobierno ecuatoriano transparencia de la información: qué error se cometió y por qué murieron.
En la misma línea, Arturo Torres afirmó que se trata de un hecho oscuro del que se espera la información y la verdad. “Quienes hemos estado en situaciones riesgosas sabemos que el Estado no te puede garantizar muchas cosas y yo no confío en la verdad oficial. Uno debe creer en el periodismo independiente, el que toma distancia de las verdades oficiales”.
En cuanto a los riesgos que significa ser fotoperiodista, Dolores Ochoa dijo que en varias circunstancia tuvo que cubrir hechos en los que ponía en riesgo su integridad, sin embargo, nunca tomó una medida de precaución porque “parte de su trabajo” es informar lo que está sucediendo y enfrentar lo que pasa. “No por ser mujer lo voy a dejar de hacer, soy una periodista”, advirtió.
Asar también señaló que el periodismo científico aporta a la democracia, ya que es objetivo y pone al alcance de la gente el conocimiento. “Al poder no le gusta que la gente se eduque porque así razona y toma acciones por su cuenta”.
Torres confirmó que existen varias implicaciones en ser periodista en el Ecuador y el mundo, ya que el trabajo demanda tiempo y representa un alto costo familiar. “Fotógrafos y periodistas vivimos en un vértigo que afectan nuestras relaciones familiares”, recalcó.
En cuanto al soporte que el Estado puede brindar al periodismo, aseguró que es escéptico. “No necesitamos dádivas del Estado, preventas, solo que cumplan la ley”, enfatizó.
Torres denunció que existe abandono e indiferencia de los políticos con los pueblos de la frontera. “Los políticos se concentran en las grandes ciudades, por ello el sistema democrático es decadente. En esas zonas manda el crimen organizado. En ese juego nos mete el oficialismo, analizar la pobreza sin tomar en cuenta cómo están esas comunidades…”, indicó.
Ante la realidad que se vive en la frontera y las posibles soluciones, Asar planteó que una salida sería la integración económica de los pueblos fronterizos de Ecuador y Colombia, “hoy se integran con la coca”, señaló que hay que trabajar en conjunto por esas zonas, sin que el gobierno colombiano se desentienda de lo que le aqueja desde hace más de medio siglo.
De la misma manera, coincidió Torres al decir que la prensa, los académicos, y los historiadores han mostrado una realidad de lo que sucede en esa zona, pero todo ha quedado en la impunidad y en un pacto de silencio, porque existen amenazas de muerte de grupos delincuenciales del narcotráfico a las autoridades.
Además, afirmó que “con la Ley Orgánica de Comunicación se centralizó la información. Hay un vacío de información desde el 2013 sobre el tema fronterizo, no hay un trabajo periodístico sobre lo que ocurre con el crimen organizado”.
Y aprovechó para expresar su descontento y malestar de cómo se manejó la situación del equipo periodístico secuestrado el pasado 26 de marzo. “A mí me molesta la poca empatía que mostró el gobierno ecuatoriano desde el inicio con los familiares y amigos de los periodistas asesinados”, recalcó.
Por su parte, Dolores afirmó que la pérdida de sus compañeros de Diario El Comercio fue muy dura, ya que hasta ese momento “creíamos que un micrófono y una cámara nos hacía invencibles. Ahora nos hablan de un Ecuador que no conocíamos (…) Hoy vivimos otra realidad y necesitamos más protección”.
El foro concluyó con la consigna de “nadie se cansa”, enfatizando que siempre faltarán los tres trabajadores del equipo periodístico de Diario El Comercio y cientos de ciudadanos ecuatorianos víctimas del narcotráfico y grupos delictivos organizados que operan en la frontera Norte del país.