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El 24 de abril de 2014 doña Luz Moscoso, madre del fallecido periodista Fausto Valdiviezo, asesinado el pasado 11 de abril de 2013, fue amenazada de muerte a través de una llamada telefónica que le advirtió que deje de seguir hablando respecto al crimen de su hijo.
En diálogo con Fundamedios, Alfredo Valdiviezo, hermano del comunicador fallecido aseguró, sin ahondar en detalles, que el hecho ocurrió horas después de haber ofrecido una rueda de prensa en la que se informó que se insistirá en las investigaciones para dar con los culpables del crimen contra su hermano, tras conocerse que cuatro de los cinco procesados por este caso fueron declarados inocentes .
Vadlviezo aseguró que de esta última amenaza ya se dio aviso a la Fiscalía y cuentan con protección policial.
La semana pasada, el 16 de abril de 2014, Alfredo Valdiviezo denunció haber sido víctima de amenazas de muerte a través de una llamada telefónica recibida en la casa de su madre, ubicada en la ciudad de Guayaquil. Este hecho ocurrió al cumplirse un año del asesinato del comunicador, aún impune, y por el que sus familiares han realizado actos públicos exigiendo se sancione a los responsables.
Threats against family of murdered journalist continue
April 24, 2014Luz Moscoso mother of the late journalist FaustoValdiviezo, who was murdered on April 11, 2013, Mrs.Moscoso was death threatened through a telephone call that warned her to stop talking about his son’s crime.
Alfredo Valdiviezo, brother of deceased communicator, spoke with Fundamedios without going into details, the interview took place hours after Mr. Valdiviezo gave a press conference in which was reported that He´ll keep insisting on investigations to find those responsible for the crime against his brother after knowing that four of the five defendants in this case were found not guilty.
Valdiviezo said that the latest threat was notified to the Prosecutor’s Office and had been given police protection.
Last week, on April 16, 2014, Alfredo Valdiviezo reported having been the victim of death threats through a phone call received at his mother’s house, located in the city of Guayaquil. This occurred on the first anniversary of the murder of the communicator, still unpunished, and that is the reason for hisrelatives have done public events demanding to punish those responsible.