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El 31 de Diciembre de 2015, la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom) amonestó por escrito a la estación televisiva Canal Uno por incumplir con el artículo 10, numeral 1, literales a) y c) de la Ley Orgánica de Comunicación (LOC), concerniente a la dignidad humana, específicamente a “respetar la honra y la reputación de las personas” y “respetar la intimidad personal y familiar”. Además, se le conminó a abstenerse de reincidir en actos que se encuentran reñidos con ese cuerpo legal. La sanción se dio tras denuncia de la modelo María Isabel Mestanza por el contenido difundido el 23 de noviembre de 2015 en el programa “Faranduleros S.A”, transmitido de 16h00 a 17h30, donde se emitió una entrevista a Mestanza y se presentaron fotografías difuminadas de su cuerpo desnudo.
La Superintendencia determinó que no existió autorización para que el medio exhiba dichas imágenes. En su resolución la Supercom estableció que el medio generó “una autopromoción espectacularizada de las imágenes, empleando técnicas tales como juego de cámaras, efectos de sonido para procurar un mayor impacto en la teleaudiencia (…) Si bien el medio informó sobre acontecimientos reales que efectivamente sucedieron y produjeron la atención de la ciudadanía, el Canal desconoció su responsabilidad social”.
El 21 de Diciembre de 2015, durante la audiencia de sustanciación, Verónica Bolaños en representación del Canal expresó que “no hubo una exposición exagerada de las imágenes o que la intención del programa haya sido causar daño a su imagen” . Señaló también que el medio no puede asumir los actos que se producen en redes sociales, pues están fuera de su control y responsabilidad y solicitó que la denuncia sea declarada improcedente y que se archive el proceso.
Por otro lado, Manuel Mestanza representante y padre de la denunciante aseguró que “su hija sufrió una afectación en su honra y dignidad como mujer, después de que se emitieran dichas fotografías en el programa Faranduleros”. Aseguró que “el medio creó expectativa con las imágenes, en las cuales se vio claramente su rostro, aunque su cuerpo aparecía borroso y aseguró que ha sido víctima de acoso y de comentarios que han afectado su tranquilidad y desarrollo profesional.”
TV station is cautioned for showing blurred photographs of a model’s nude body
On 31 December 2015, the Superintendency of Information and Communication (Supercom) cautioned in writing TV station Canal Uno for an alleged breach of Article 10, paragraph 1, letters a) and c) of the Organic Communication Law (LOC), concerning human dignity, specifically «respecting the honor and reputation of persons» and «respecting personal and family privacy». It was also ordered it to refrain from repeating acts that are incompatible with this legal text. The caution was issued after model María Isabel Mestanza filed a complaint for the content disseminated on 23 November 2015 during the program «Faranduleros S.A.», broadcast from 16 h 00 to 17 h 30, where an interview with Mestanza was aired and blurred photographs of her nude body shown.
The Superintendency ruled no authorization had been given to display these images. In its resolution Supercom established that the media outlet incurred in a «spectacularized self-promotion of the images, using techniques such as camera setups and sound effects to ensure a greater impact on the viewers (…) While the media outlet did report on actual events that actually happened and got the public’s attention, the TV station ignored its social responsibility».
On 21 December 2015, during the substantiation hearing, Verónica Bolaños representing the TV station claimed that «there was neither an exaggerated exhibition of the images, nor the intention to cause damage to (the model’s) image». She also noted that the media outlet cannot assume responsibility for acts that occur in social networks, because they are out of its control and responsibility, and requested that the complaint should be declared inadmissible and the process closed.
Meanwhile, Manuel Mestanza, representative and father of the complainant claimed that «his daughter’s honor and dignity as a woman had been affected after the photographs were shown in the program Faranduleros». He stated that «the station created expectation with the pictures, which clearly showed her face although her body was fuzzy. He also claimed she has been the victim of harassment and comments that have affected her peace of mind and professional development».