Luis Ángel Saavedra, comunicador social de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), fue agredido físicamente por un policía mientras realizaba la cobertura de la audiencia de juzgamiento en contra del agente policial David, acusado de matar a Andrés Padilla durante un enfrentamiento entre uniformados y habitantes del Valle del Chota, en el sector de Mascarilla (Imbabura), en 2018.
La agresión ocurrió el 10 de junio en las afueras del Tribunal de Garantías Penales de Imbabura. Además, mientras registraba los hechos se percató que la madre de Andrés Padilla tuvo un altercado con los policías al tratar de ingresar al recinto judicial. Según narró, la señora de 60 años fue atacada con gas lacrimógeno y tras esta agresión, ella intentó defenderse con su bastón.
En ese momento, el comunicador, quien grababa los hechos, increpó a los uniformados por los malos tratos. “Vi que se acercaba una tropa de policías por atrás mío y uno de ellos me dio un toletazo en la pierna derecha que me hizo caer. Mi cámara se raspó también’. El reportero abandonó el sitio, por temor a que lo vuelvan a agredir, antes ya le habían fotografiado y cuestionado por su cobertura periodística.
Esta no es la primera vez que el equipo de comunicación de Inredh sufre agresiones. Una carta abierta de la institución dirigida a la Ministra del Interior, María Paula Romo, denuncia que en otras ocasiones han tenido dificultades para cumplir con su trabajo, sobre todo, en las coberturas de audiencias públicas.
Por ejemplo en la cobertura del caso Turi, el documento detalla que fueron expulsados de una sala de audiencia por pedido de los policías, se les confiscó sus equipos de trabajo y se detuvo a la coordinadora de comunicación mientras cumplía con su labor informativa.