“Descansa en paz, Augusto. Esta portada que tantas veces hiciste con grandes temas ahora te pertenece. Te la dedicamos. Es nuestro homenaje para un amigo entrañable”, es una de las frases que acompaña a una nota publicada este jueves 16 de abril en Diario El Telégrafo. El artículo es un homenaje al periodista Augusto Itúrburu, quien falleció el miércoles 15 con COVID-19.
El 12 de marzo, el reportero de la sección deportiva del rotativo llamada “Fanático” presentó síntomas de la COVID-19. Elías Vinueza, colega y amigo, tuiteó que hubo mucho retraso para darle atención médica. “Debieron pasar 11 días para que lo reciban en el hospital. Se perdió tiempo clave”, denunció.
Augusto acudió 16 y 19 de marzo al hospital IESS Ceibos y no le hicieron la prueba pese a que su estado era complicado. En la segunda ocasión le inyectaron penicilina y se descompuso. El 23 volvió con problemas para respirar y recién ese día lo internaron.#justiciaparaAugusto
— Elías Vinueza ⚽ 🇪🇨 (@EliasVinuezaR) April 16, 2020
Augusto Itúrburu, un hombre de palabras justas https://t.co/dEjHUKJbtH
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Néstor Espinoza, editor de El Telégrafo, explicó que, inicialmente, Itúrburu buscó ayuda médica, pero le recetaron antibióticos y no se recuperó. Entonces acudió al Hospital General del Norte de Guayaquil IESS Los Ceibos donde fue internado. “Por muchos días no le hicieron la prueba, pero finalmente confirmaron que era positivo (…) El problema de todo esto es que no había información ni para la familia ni para los amigos. Eso nos causa dolor. Tuvimos que mover cielo y tierra y logramos contactar con otro doctor ajeno para que nos informe qué podía leer en el expediente”, explicó a Fundamedios.
El periodista aseguró que el día del fallecimiento de su amigo, a quien conocía desde los 16 años, los familiares solicitaron que se les entregue sus pertenencias; pero quienes lo atendieron en el centro de salud respondieron que todo había sido quemado.
Pero cuando el padre del reportero encendió el celular de su hijo se percató por mensajes de texto que, desde hace 17 días, alguien sustrajo dinero con una tarjeta de débito que Itúrburu portaba en su billetera.
“Duele todo este proceso. ¡Cómo creer que le dieron un tratamiento adecuado, cuando la persona que estuvo cerca, con él, atendiéndole, hace eso, le roba el dinero desde la cuenta de su padre!”, cuestionó Espinoza.
Mientras la familia de Augusto iba a retirar su cadáver, su padre, un jubilado que decidió no revisar más su celular por la tristeza, empezó a recibir las notificaciones de retiro de su cuenta. En el banco le han dicho que no tiene nada de dinero. #justiciaparaAugusto
— JeszicaZambrano 🚲 (@HypherAlice) April 16, 2020
Fundamedios se solidariza con la familia del colega y sus amigos. Extiende un llamado a que las autoridades activen los mecanismos necesarios para precautelar la vida de quienes se exponen para llevar a la ciudadanía información de primera mano.