El 23 de abril de 2011, el editorial del diario estatal El Telégrafo descalificó y tildó de «viejo decrépito y vulnerable al chisme» al periodista Diego Oquendo por haber comentado en su programa radial acerca del dinero que destina el gobierno en el pago de los sueldos de los trabajadores de ese medio estatal.
El editorial, titulado ¿Desinformación, ignorancia o mala fe? se refiere al periodista como «un viejo, decrépito y vulnerable al chisme» y más adelante amenaza: «nada más peligroso que creer en el infundio y retransmitirlo, ignorando que el peso de la ley puede caer con fuerza contra los difamadores…».
El texto publicado en el Diario estatal, sin firma de responsabilidad, sigue cuestionando al periodista por los comentarios vertidos el pasado 21 de abril en su programa radial Buenos días, acerca de que el gobierno habría destinado cerca de $3 millones para financiar ese medio estatal.
El editorial desmiente los comentarios vertidos y además añade que el tono de voz de Oquendo «delataba a una persona echando espuma por la boca, mientras sus ojos, seguramente, lucían enrojecidos por el llanto reprimido».