El 1 de octubre del 2009, Camilo Samán, presidente del directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN) demandó penalmente por injurias a Emilio Palacio, editor e opinión y articulista de diario El Universo de la ciudad de Guayaquil
La demanda responde a un artículo que Palacio publicó el pasado 27 de agosto titulado “Camilo, el matón”, donde se hace referencia a una manifestación que beneficiarios de los créditos de la CFN hicieron ante el Diario, tras la publicación de una investigación del pasado 21 de agosto que hablaba de un alto nivel de morosidad en esa entidad.
En la demanda Samán dice que Palacio “se aleja de la verdad y ética periodística, en la que se me hace víctima de deshonra, descrédito, menosprecio de mi honor, de mi moral, se lesiona mi nombre y mi aspecto ético, con una serie de injurias”.
Sostiene además que fue imputado falsamente de cometer varios delitos al ser señalado como ‘matón’, ‘corrupto’, entre otras injurias.
Samán sostiene su demanda en el artículo 489 del Código de Procedimiento Penal, que tipifica como injuria a una “expresión proferida en descrédito, deshonra o menosprecio de otra persona” y el 491 del mismo libro señala que el “reo de injuria calumniosa será reprimido con prisión de 6 meses a 2 años y con multa de 6 a 25 dólares, cuando las imputaciones hubieren sido hechas en reuniones o lugares públicos, en presencia de 10 o mas individuos, por medio de escritos, impresos o no”.
Sin embargo Samán solicita en su demanda que la pena sea de 3 años de prisión, por ser él una autoridad, además, cubrir los gastos procesales y dentro de ellos los honorarios de su abogado.
En el texto el presidente del directorio de la CFN indica además que se reserva el derecho de demandar una indemnización por daños y perjuicios.
Palacio ha expresado que con esta querella se busca atemorizar a la prensa “todas las actuaciones del Gobierno están dirigidas hacia ese objetivo, que la prensa se atemorice y guarde silencio”, expresó.
Palacio considera que no ha cometido ningún delito al enunciar una opinión sobre alguien y explica que “matón es el bravucón, la persona que un poco quiere causar la impresión de fortaleza”.
Fundamedios considera que este tipo de sanciones contradice a la doctrina de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que en su declaración de Principios sobre Libertad de Expresión en su Art. 11 expone que “los funcionarios públicos están sujetos a un mayor escrutinio por parte de la sociedad”. La jurisprudencia americana señala, además, que las leyes que penalizan la opinión atentan contra la libertad de expresión e información.