El 28 de diciembre de 2012, el reportero gráfico de diario La Hora Santiago Fernández fue impedido de hacer fotografías en el hospital público Eugenio Espejo, de Quito, porque un guardia de seguridad lo amenazó con echarle gas si insistía en hacer su trabajo. Este incidente, junto a otras agresiones verbales ocurrieron durante la cobertura del quebrantamiento de salud de las dos jóvenes acusadas de terrorismo que permanecen en huelga de hambre para exigir su libertad.
Fernández dijo a Fundamedios que, para poder graficar la situación, decidió tomar fotografías de otros dos jóvenes que visitaban a las pacientes en la sala de espera del hospital, cuando se le acercó un guardia, quien intentó ponerle la mano sobre el lente de la cámara y le pidió que se abstuviera de tomar fotos porque estaba prohibido por disposición escrita, a lo que el fotógrafo le replicó que se trataba de un lugar público. «fue cuando se enojó y nos pidió que nos fuéramos y me dijo: ‘deja de tomar fotos o te voy a lanar gas'», cuenta el fotógrafo.
Tras este incidente, Fernández narró que un superior al guardia de seguridad le pidió disculpas por lo sucedido, mientras que el guardia y otro compañero suyo insistían en desmentir la amenaza de querer echar gas.
Durante esta misma cobertura y, mientras los medios intentaban tomar las declaraciones de las jóvenes detenidas al momento de salir del chequeo médico, diario El universo denunció en sus páginas que en ese trayecto, también se produjeron incidentes verbales, cuando dos hombres con chalecos rojos que tenían el logotipo del Ministerio de Salud empezaron a gritar a las chicas «terroristas» y otras dos mujeres vestidas de blanco, aparentemente enfermeras, acusaban a la prensa de «corrupta» por cubrir el hecho.