El martes 06 de marzo, la organización Human Rights Watch (HRW) manifestó, en un comunicado, que el Secretario Nacional de Comunicación de Ecuador, Fernando Alvarado, distorsionó «de manera flagrante» la posición de esa organización, en una entrevista publicada por el medio de gobierno El Ciudadano. Después de ello, ese medio oficialista pidió disculpas a sus lectores aludiendo a que una de sus periodistas «interpretó erróneamente y descontextualizó los conceptos vertidos por el Secretario de Comunicación» y que por esa razón, también habían removido la nota de su página web.
Las declaraciones de Alvarado fueron publicadas, a manera de entrevista, por El Ciudadano, el pasado 04 de marzo, tras una reunión que mantuvo el Secretario de Comunicación y otros delegados del Gobierno, con esta organización internacional, el pasado 29 de febrero en Washington.
Tom Malinowski, Director, en Washington, de HRW, y uno de los participantes en la reunión afirmó, en el comunicado enviado por la organización, que la descripción que ofreció Alvarado, en la entrevista, «distorsiona deliberadamente» la posición de esta organización, sobre la libertad de expresión en Ecuador, mientras que José Miguel Vivanco, Director para las Américas de HRW afirmó que «en vez de intentar obtener legitimidad presentando erróneamente las opiniones de organizaciones internacionales como Human Rights Watch, el gobierno ecuatoriano debería poner fin a la persecución de sus críticos y derogar las normas que cercenan la libertad de expresión».
En el comunicado, HRW aclaró que, en la reunión mantenida con el Secretario de Comunicación, se insistió en que «el Ecuador debe despenalizar la difamación y abstenerse de enjuiciar a quienes expresan opiniones críticas. Contrario a lo que Alvarado habría insinuado en dicha entrevista, respecto a que HRW avalaba algunas políticas del gobierno que vulneran la libertad de expresión.
Asimismo, la organización puntualizó que, durante la reunión, se cuestionó reiteradamente las políticas y prácticas del gobierno contra sus críticos, las cuales vulneran estándares básicos sobre libertad de expresión» y explicó, que Alvarado tergiversó lo conversado con la organización al señalar que todas las organizaciones no gubernamentales con las cuales se reunió «entendían claramente» las razones del Presidente Rafael Correa «para judicializar un reclamo tanto en el caso de El Universo, como en el caso de El Gran Hermano».