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Desde noviembre de 2011 y durante un lapso de dos semanas, los periodistas de Nina Radio, de la localidad amazónica de El Puyo, ubicada a 237 Km de Quito, recibieron amenazas de presuntos simpatizantes del prefecto de la zona, Jaime Guevara, para que «cesen las entrevistas a ciudadanos que hablan mal de la autoridad provincial».
Las amenazas iniciaron tras una entrevista que hizo el periodista y trabajador de la emisora, Salomón Osorio, al abogado Marcos Espinosa, sobre una denuncia de nepotismo contra el prefecto Guevara.
A partir de ese momento se recibieron correos electrónicos desde la cuenta aguevaranadielomueve@hotmail.com en el que le decían que deje de dar participación a ciudadanos que están hablando en contra del prefecto de Pastaza .
En esos días en el piso inferior de la radio, fue colocada una serpiente y después, en uno de los correos, los supuestos simpatizantes del prefecto preguntaban si «le gustó el regalito que le enviaron y que la próxima vez recibirá uno más grande y venenoso».
Según señalaron fuentes de la emisora, estas amenazas perduraron durante dos semanas y cesaron después de que anunciaran al aire que ya tenían identificada la IP de los correos amenazantes.
Radio journalists receive threats from alleged prefect sympathizer
Starting in November 2011 and over a two-week period, Nina Radio journalists, of the Amazonian locality of El Puyo, 237 km from Quito, received threats from alleged sympathizers of the area’s prefect, Jaime Guevara, so that “interviews with citizens who speak ill of the provincial authority” should stop.
The threats began after the broadcast of an interview by journalist Salomón Osoriowith attorney Marcos Espinosa, about an accusation of nepotism against prefect Guevara.
From that moment on, the journalist started receiving emails from the accountaguevaranadielomueve@hotmail.com telling him to stop allowing the participation of citizens who speak against the prefect of Pastaza.
A snake was found on the radio station’s ground floor around the same time and later the journalist was asked in one of the emails if “he had liked the little gift he had been sent and that next time it would be larger and poisonous».
According to sources from the radio station, the threats lasted for about two weeks and ceased after the radio station announced they had identified the IP address from which the threatening mails had been sent.