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El 21 de Diciembre de 2015, la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom), sancionó a Radio Fútbol FM 69,9 con una multa de USD 3540 y amonestó por escrito a los comunicadores Aurelio Dávila y Luis Baldeón tras una denuncia interpuesta por Oscar Armas de la Bastida por supuestamente incumplir el artículo 65 de la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) al transmitir contenidos no aptos para el horario y tipo de audiencia e incumpliendo franjas horarias en dos programas «Hablando jugadas» y “Mira quién habla”, transmitidos los días 22 y 26 de octubre de 2015; y, 7, 9 y 10 de noviembre del presente año, en los horarios de 08:00 a 10:00 y de 16:00 a 18:00 respectivamente.
La Superintendencia determinó que “el medio inobservó e incumplió la obligación de adoptar y aplicar los parámetros adecuados para la definición de audiencias, clasificación de programación y calificación de contenidos”. Asimismo, “el lenguaje utilizado por los comunicadores no cumplió las reglas mínimas para la convivencia en el marco del respeto, tolerancia hacia los demás, como también desconoció la autoridad y obligaciones al emitir frases como: ‘a tirar sin miedo, sin asco’; ‘En qué país vivimos (…), país de mamarrachos, sarta de payasos, bufones de poca monta…’, ‘que nos sancione por algo el Ochoa y toda su people’; ‘pigmeos mentales’; consecuentemente, no se (adecuó) a la franja horaria en la que se transmitió dicho contenido (…)”. Al final de su resolución la Superintendencia se refiere sobre la alegación de una supuesta censura a los locutores de los programas, donde afirma que “la Supercom recuerda que la libertad de expresión no constituye una carta abierta para difundir o emitir contenidos comunicacionales, que irrespeten los derechos fundamentales de las personas”.
El 9 de diciembre de 2015, durante la audiencia de sustanciación la defensa del medio alegó que las opiniones que se difundieron en ambos programas de la estación radial disgustaron al denunciante, por lo que “malintencionadamente se pretende obligar a la autoridad a pensar como él y sancionar por la sencilla razón de que no le gusta el contenido”. Agregó también que “la estación radial ha cumplido con la Ley, por lo que han identificado a los programas como “D” Deportivos y “O” Opinión, con una clasificación A, Apto para todo público”. Para finalizar puntualizó que “en estos productos comunicacionales se indica claramente que las opiniones vertidas por los periodistas del siguiente programa son de absoluta responsabilidad de los mismos y no reflejan el criterio de la emisora”.
El representante de los señores Dávila y Baldeón, Juan Pablo Albán sostuvo “que con dicha denuncia se pretende silenciar a los dos comunicadores, que se los eche de su puesto de trabajo, pese al gran nivel de aceptación que tienen entre los oyentes”. Albán hizo énfasis en que “los programas de opinión no pueden diseñarse previamente, justamente por su contenido, lo que implicaría una censura previa, que es sancionada por la Ley Orgánica de Comunicación” .
Por su parte, la parte denunciante reiteró el contenido de su denuncia y argumentó que como ciudadano independiente está “cansado de escuchar de que los medios de comunicación pueden hacer lo que ellos quieren”.
Esta es la segunda multa que recibe el medio de comunicación en menos de una semana por comentarios de sus locutores.
Sports radio station is again fined for its presenter’s comments
On December 21, 2015, the Superintendency of Information and Communication (Supercom), fined Radio Fútbol FM 69.9 USD 3,540 and cautioned in writing communicators Aurelio Dávila and Luis Baldeón after a complaint filed by Oscar Armas de la Bastida for an alleged breach of Article 65 of the Organic Communication Law (LOC) by broadcasting content not suitable to the time of day and audience and an alleged breach of the time slots in two programs: «Hablando jugadas» and «Mira quién habla», transmitted on 22 and 26 October, 2015; and, 7, 9 and 10 November 2015, between 08:00 and 10:00 and 16:00 and 18:00 respectively.
The Superintendency ruled «the media outlet failed to observe and comply with the obligation to adopt and implement suitable parameters for the definition of audiences, classification of programming and rating of content». Also, «the language used by the communicators did not meet the minimum rules for coexistence within a framework of respect, tolerance for others, and it also ignored the authorities and their own obligations by using phrases like: ‘screw without fear, without disgust’; ‘ What kind of country do we live in (…), a country of idiots, pack of clowns, small-time buffoons…’, ‘let Ochoa and all his people sanction us for something’; ‘mental pygmies’; which as a result, was not (tailored) to the time slot in which such content was aired (…)”. At the end of its resolution, the Superintendency refers to the allegation of censorship against the programs’ commentators, stating that «Supercom reminds you that freedom of expression does not constitute a carte blanche to disseminate or broadcast communication content that shows lack of respect for the fundamental rights of people».
On 9 December 2015, during the substantiation hearing, the media outlet’s defense claimed that the opinions aired during the station’s two programs displeased the complainant, so that he «maliciously intends to force the authority to think like him and punish for the simple reason that he does not like the content». It also added that «the radio station has complied with the Law by identifying the programs as «D» for Sports (in Spanish) and «O» for Opinion, and classifying them as A, suitable for all public». Finally it pointed out that «these communication products clearly state that the opinions expressed by the journalists in the programs are their absolute responsibility and do not reflect the radio station’s views».
The representative of Messrs Dávila and Baldeón, Juan Pablo Albán, said «the complaint aims to silence the two communicators, get them fired from their jobs, despite their high level of acceptance among the listeners». Albán emphasized that «opinion programs cannot be designed previously, precisely because of their content, which would imply preemptive censorship, which is sanctioned by the Organic Communication Law».
Meanwhile, the complainant reiterated the content of his complaint and argued that as an independent citizen he is «tired of hearing that the media can do whatever they want».
This is the second fine received by the media outlet in less than a week for comments made by its presenters.