Ecuador, 09 de enero de 2024· Ecuador vivió uno de los momentos más críticos para la libertad de prensa. Las instalaciones de los canales TC Televisión y Gamavisión —de alcance nacional— fueron interrumpidas por integrantes de una banda delictiva en la ciudad de Guayaquil. En plena transmisión en vivo personajes armados golpearon y secuestraron a los trabajadores del canal.
Eran las 14:17, cuando la señal en vivo de TC fue interrumpida. La primera imagen que se vio fue un individuo con la cara tapada y un arma; luego empezaron a golpear y amedrentar a todos los trabajadores del medio de comunicación. El país entero fue testigo del secuestro y de la violencia suscitada. Los apuntaron con armas en la cabeza e incluso gritaban que tenían granadas y mecheros. Se escucharon disparos y súplicas de los trabajadores. Es un hecho inédito en América Latina.
Antes de las 16:00, la Policía Nacional llegó y rescató a los rehenes que habían tomado los 13 sospechosos. Varios de ellos fueron detenidos en el acto y, posteriormente, tres más fueron interceptados en un auto que se movilizaba por las calles de Guayaquil, provincia de Guayas. La Fiscalía informó que procesará a 13 personas por el delito de terrorismo, se registró un herido y no hay víctimas mortales. “La audiencia de flagrancia será en las próximas horas”, informó esta tarde la institución. 2 de los 13 detenidos, son menores de edad y uno es extranjero.
#ATENCIÓN | #FiscalíaEc procesará a 13 personas por el delito de #terrorismo. Los antisociales ingresaron armados a las instalaciones de @tctelevision y retuvieron a personal del medio de comunicación. El hecho criminal no dejó víctimas mortales. pic.twitter.com/UNtgrO7Eo7
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) January 9, 2024
Todo esto se dio en medio de una ola de violencia sin precedentes. Solo entre el 8 y 9 de enero se produjeron cerca de 40 hechos violentos, entre detonaciones, coches bomba, alertas de bomba, tiroteos y más.
Tres trabajadores de TC Televisión dieron declaraciones públicas después de los hechos. Entre ellos se encontraban los periodistas Jorge Rendón y José Luis Calderón. Este último salió en la transmisión intentando conciliar con los individuos armados con un arma en la cabeza. Rendón señaló: “Damos gracias porque estamos vivos, fue un ataque sumamente violento”.
Dieron gracias a la Policía porque lograron retomar el control y señalaron que estaban asustados porque estaban en vivo. Al principio, pensaron que era una pelea, sin embargo, por interno el director de cámara les advirtió que les estaban robando. “Las puertas son muy anchas e intentaban entrar al estudio para que nosotros digamos lo que ellos querían”, comentó Rendón. Añadió que estaban buscando a los presentadores, pero algunos de ellos pudieron ubicarse en un lugar seguro. Confirmó que se utilizaron armas de fuego, y que dispararon a un camarógrafo en la pierna y a otro en el brazo. La Policía llegó solo minutos después para neutralizar la situación, pero se registró un cruce de balas.
A nuestros televidentes y seguidores, @tctelevision. pic.twitter.com/qlKzm1B7kR
— TC Televisión (@tctelevision) January 10, 2024
Testimonios recogidos por varios medios de comunicación informaron que uno de los encapuchados recibía instrucciones por un teléfono celular todo el tiempo, estaban armados y golpeaban a los demás en busca de los presentadores o un presentador en específico. Parece que querían entregar un mensaje.
Llamada amenazante
El ataque a TC y Gamavisión no fue el único que se dio este 9 de enero.
La periodista Arahí Vega, del diario La Hora, recibió a las 14:38 pm (durante el asalto del crimen organizado a TC Televisión), una llamada sospechosa. La identificaron como periodista y luego el individuo cuestionó si se trataba de la reportera que había estado en la cárcel de El Inca, en Quito la tarde del 8 de enero. Tras la insistencia de la periodista para conocer la identidad del individuo, esta persona señaló que pertenecía a una banda delictiva. En ese momento, Vega cerró la llamada de manera inmediata. El medio de comunicación investigó el número de la llamada y el código del número provendría de la ciudad de Monterrey, en México.