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El 14 de marzo de 2011 las instalaciones de radio Sucumbíos, de la ciudad Nueva Loja, localidad ubicada a 270 Km al este de Quito, fueron tomadas por trabajadores, dirigentes de organizaciones sociales y radioescuchas, en rechazo al reciente despido del periodista José Antonio Cañar, quien, además de laborar en la estación, es miembro activo de la Asamblea Diocesana, contradictora a la nueva administración de la Iglesia en la región.
Cañar aseguró a Fundamedios que su despido fue «la gota que derramó el vaso» y ocasionó el rechazo de los ciudadanos que se tomaron las instalaciones de la emisora desde las 11 de la mañana, en protesta a esta nueva administración religiosa.
El despido de Cañar se dio por disposición del padre Marlon Efrén Jiménez, procurador y representante legal del vicariato Apostólico San Miguel de Sucumbíos, entidad que también es propietaria de la concesión de la frecuencia radial.
Según el periodista, quien laboraba como director del programa de evangelización de la emisora, el sábado 12 de marzo recibió una carta en donde le notificaron su despido por cometer una presunta «falta de probiedad» (falta de honradez o integridad).
De acuerdo con la carta de despido emitida por la inspectora de trabajo de Sucumbíos Dra. Alexandra Cuenca, el procurador del Vicariato argumenta que José Cañar ha estampado su firma en un documento donde la Asamblea Diocesana de ISAMIS pide a la registradora de la propiedad deje sin efecto la inscripción del nombramiento del representante legal del Vicariato por considerarla ilegal, algo que, para el Vicariato «constituye una falta de probidad, al encontrarse suscribiendo documentos que atentan contra su empleador» .
Mientras las instalaciones de la emisora siguen en manos de ciudadanos que protestan, los despidos a periodistas de este medio continúan.
Víctor Gómez y Ángel Hurtado aseguraron haber sido notificados vía telefónica de su despido. Sin embargo, aún están a la espera de una notificación formal.
Radio seized in protest against journalist´s dismissal
On 14 March 2011, the facilities of Radio Sucumbíos, in the city of Nueva Loja, located 270 km east of Quito, were seized by workers, the leaders ofsocial organizations and radio listeners, as a protest against the recent dismissal of journalist José Antonio Cañar who, as well as working for the station, is an active member of the Diocesan Assembly, which opposes the new Church management in the region.
Cañar declared to Fundamedios that his dismissal was the «last straw»,causing the rejection of the public who seized the radio station’s facilities from 11 in the morning as a protest against the new religious management.
Cañar’s dismissal was ordered by Father Marlon Efré Jiménez, attorney and legal representative of the Apostolic Vicariate San Miguel de Sucumbíos, owner of the radio frequency’s concession.
According to the journalist, who worked as the director of the radio’s evangelization program, on Saturday 12 March he received a letter advising him he was being dismissed because of an alleged «lack of honesty» (decency or integrity).
According to the dismissal letter, written by Sucumbíos work inspector Dr.Alexandra Cuenca, the Vicariate’s attorney, argues that José Cañar signed a document through which the ISAMIS Diocesan Assembly requested the property registrar to disregard the registration of the appointment of the Vicariate’s legal representative as illegal. The Vicariate believes this shows «a lack of honesty, because he has signed documents that attempt against his employer».
While the station’s facilities continue in the hands of protesting citizens, more journalists continue to be fired.
Víctor Gómez and ÁngelHurtado declared they were notified of their dismissal through a phone call.However, they are still waiting for a formal notice.