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Antonio Narváez: “Este premio es para quienes estamos detrás de las cámaras”

Ene 27, 2012 | Comunicados

Un espaldarazo ha significado para el periodismo ecuatoriano el Premio Internacional de Periodismo Rey de España, categoría televisión, otorgado hace unos días  al periodista Hernán Higuera y al camarógrafo Antonio Eduardo Narváez, del canal de televisión  Ecuavisa.

El proyecto PERINT entrevistó a Antonio Narváez para que relate cómo realizó esta cobertura durante la sublevación policial del 30 de septiembre de 2010. El galardonado dedica este reconocimiento a quienes detrás de las cámaras y hacen un trabajo anónimo para que la sociedad ecuatoriana esté informada.

¿Cómo calificarías a la cobertura periodística que realizaste el 30 S, tomando en cuenta todos los riesgos?
Para mí fue una cobertura normal al principio, como cuando cubrimos las manifestaciones, pero nunca pensé que iba  a darse una situación tan crítica y peligrosa. La verdad no fuimos preparados para eso, nunca imaginamos que las cosas iban a llegar a esas dimensiones.

¿De todos los hechos que se suscitaron ese día cuál fue el que más te impactó? 
Cuando empezaron a disparar; y luego de eso la imagen que nunca se borrará de mi mente es el instante en que cayó herido el policía Froilán Jiménez. Fue una imagen impactante más que todo porque nos sentíamos impotentes de poder ayudarlo ya que los organismos de socorro no podían ingresar. Fue difícil.

¿Cómo fue que recibiste el disparo, en qué parte del cuerpo?
Cuando íbamos a salir al aire, eran como las siete y media de la noche, empezaron a subir camiones por la Avenida Mariana de Jesús. Llegaron y el lugar se inundó de gases. Me cubrí detrás de un poste de luz y luego me subí en una baranda que hay en medio del parterre, hasta que de pronto empezó un ruido espantoso por la balacera. Una bala de goma me impactó en el hombro, perdí el equilibrio y caí golpeándome, quería quitarme la máscara antigás pero el ambiente estaba inundado de bomba lacrimógena. Ese momento no me dolía el hombro porque era tanta la adrenalina y la tensión.
Estar en medio de una balacera es terrible porque te coge el miedo, quieres salir corriendo, después dices mejor me quedo; fue un remolino de pensamientos y emociones. No sabía cómo actuar, mejor pensé en tirarme al piso y tranquilizarme para poder respirar y reaccionar. Ese momento en que estaba en el piso escuche a Hernán preguntar Antonio estás bien? Le respondí que estaba bien. Me toqué y no estaba nada, luego que terminó todo, los paramédicos me preguntaron cómo estaba. Ahí me chequearon porque me dolía el cuello, estaba morado, me dieron un calmante y me pasó.

¿Cuánto pesa la cámara en momentos como ese?
Es de las antiguas, pesa entre 15 y 17 libras. El momento en que uno está con la adrenalina ni se siente. Para descansar un poco me arrodillaba, me acostaba y me daba modos para hacer acercamientos. Estaba en la baranda del parterre, cuando Hernán me aviso que ya salían, le seguí con la cámara y obtuve la imagen del policía que caía.  Fue impresionante.

¿Cómo empezaste dentro del periodismo  y cuántos años llevas en este oficio?
Empecé en 1990, en la Productora de Televisión Cuesta Ordóñez con un gran maestro como Jaime Cuesta, con quien aprendí haciendo comerciales, iluminación, jalando cables, llevando la cámara. Después ingresé como camarógrafo profesional a Telesistema hoy RTS, donde estuve casi nueve años y luego pasé a Ecuavisa donde voy a cumplir siete años.

¿Has vivido algún otro episodio riesgoso durante tu trayectoria?
Han sido como cuatro o cinco. Por ejemplo, uno fue en la explosión del polvorín militar en Riobamba, donde estaba cubriendo deportes. Fue desesperante ver cómo la gente salía corriendo y llorando; policías y militares pidiendo a la gente que salgan de la ciudad porque podía haber una explosión mayor. Yo al contrario quería entrar a la ciudad por cualquier lado  y ver cómo estaba la ciudad de destruida. Hubo momentos riesgosos porque no sabía si en realidad acabó todo, si iba a darse una explosión mayor.
Otros momentos críticos ocurrieron durante las caídas presidenciales de Jamil Mahuad, al parecer iban a enfrentarse policías con militares pero por fortuna no ocurrió nada. En la caída de Abdalá Bucaram y en la de Lucio Gutiérrez  fueron momentos difíciles. Ahí hubo gente que nos quería agredir, eso fue un riesgo.

¿De qué manera ves tú al periodismo en estos momentos debido al clima adverso para la prensa?
Ha sido importante y oportuno este premio para demostrar que en el país se hace buen periodismo, con ética, con responsabilidad y por eso nos han premiado. No se debería poner en un mismo saco a todos, creo que si se tiene una denuncia contra alguien se la debería hacer. Esto sirve mucho y espero que se sepa valorar que hay buenos periodistas.

¿Tu familia cómo recibió el premio?
Mis hijas recibieron este reconocimiento con emoción y orgullo, al igual que mi esposa. En el canal también se recibió con mucho orgullo este premio. Cuando voy por la calle, la gente me reconoce y felicita.

¿Finalmente qué significa este reconocimiento para tí? 
Es un premio a la responsabilidad y a la ética en nuestro trabajo, así como al valor. Recibimos el premio con mucha humildad y sencillez y está dedicado a todos los ecuatorianos y en especial para aquellas personas que muchas veces no somos visibles porque estamos detrás de las cámaras.

Por Diego Palacios

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