Específicamente, la CIDH recibió información según la cual, con posterioridad de la audiencia sobre la «Situación del Derecho a la Libertad de Expresión en Ecuador», celebrada el 25 de octubre de 2011, el Estado ecuatoriano emitió cadenas por radio y televisión claramente descalificatorias en contra de la organización peticionaria Fundamedios, su director, y los demás participantes en la audiencia. Debido a la gravedad de estos hechos, la Comisión solicitó información al Estado.
Igualmente, la CIDH ha tomado conocimiento de las declaraciones proferidas por altas autoridades de Gobierno de República Dominicana contra una de las solicitantes de la audiencia sobre respuesta judicial en casos de desnacionalizacion en ese país. Las autoridades la acusaron de haber solicitado la audiencia con el objeto de realizar un «espectáculo» y obtener un beneficio propio, y la emplazaron a entregar información ante los tribunales sobre los casos que presentaría en la audiencia de la CIDH. La Comisión también solicitó información al Estado sobre estos hechos.
Adicionalmente, la CIDH recibió con preocupación información de que personas que planificaban viajar para participar en las audiencias habrían decidido no hacerlo por temor a sufrir represalias, tras recibir amenazas en ese sentido. Esto habría sucedido en el caso de una persona de la Comunidad Garífuna beneficiaria de medidas cautelares, y un grupo de personas del Bajo Aguán, ambos de Honduras.
La Comisión considera absolutamente inaceptable cualquier tipo de acción que emprenda un Estado motivada por la participación o el accionar de personas u organizaciones ante los órganos del sistema interamericano, en ejercicio de sus derechos convencionales. La Comisión Interamericana condena estos hechos, y les recuerda a los Estados el artículo 63 del Reglamento , que establece que éstos deben «otorgar las garantías pertinentes a todas las personas que concurran a una audiencia o que durante ella suministren a la Comisión informaciones, testimonios o pruebas de cualquier carácter» y no pueden «enjuiciar a los testigos ni a los peritos, ni ejercer represalias contra ellos o sus familiares, a causa de sus declaraciones o dictámenes rendidos ante la Comisión».
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
Specifically, the IACHR received information indicating that after the October 25, 2011, hearing on the «Situation of the Right to Freedom of Expression in Ecuador,» the State of Ecuador issued a broadcast, which all radio and television stations had to air, with statements clearly meant to discredit the petitioning organization Fundamedios, its director, and the other participants in the hearing. Given the seriousness of this situation, the Commission requested information from the State.
The IACHR has also learned about statements made by high-level government authorities of the Dominican Republic against one of the petitioners in the hearing on «Judicial Response in Denationalization Cases» in that country. The authorities accused the petitioner of having asked for the hearing in order to put on a «show» and to benefit herself, and they summoned her to submit information to the courts on the cases she would be presenting at the IACHR hearing. The Commission also requested information from the State regarding this situation.
The IACHR also received with concern information indicating that individuals who had planned to travel to participate in the hearings decided not to, apparently for fear of suffering reprisals after having received threats. This reportedly occurred in the case of a member of the Garifuna community who is a beneficiary of precautionary measures, as well as a group of individuals from the Bajo Aguán region, both of these cases involving Honduras.
The Inter-American Commission considers absolutely unacceptable any type of action a State might undertake that is motivated by the participation or actions of individuals or organizations before inter-American human rights bodies, in the exercise of their rights under the Convention. The Inter-American Commission condemns these acts and reminds the States that Article 63 of the IACHR Rules of Procedure establishes that the States «shall grant the necessary guarantees to all the persons who attend a hearing or who in the course of a hearing provide information, testimony or evidence of any type to the Commission,» and that the States «may not prosecute the witnesses or experts, or carry out reprisals against them or their family members because of their statements or expert opinions given before the Commission.»
A principal, autonomous body of the Organization of American States (OAS), the IACHR derives its mandate from the OAS Charter and the American Convention on Human Rights. The Inter-American Commission has a mandate to promote respect for human rights in the region and acts as a consultative body to the OAS in this matter. The Commission is composed of seven independent members who are elected in an individual capacity by the OAS General Assembly and who do not represent their countries of origin or residence.
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