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La COVID-19 golpea a Ecuador y Latinoamérica

Sep 11, 2020 | Comunicados

Con la llegada de la COVID-19 a Ecuador en marzo de 2020, la situación de la prensa y los  periodistas en general se vio muy deteriorada. Desde la declaratoria de emergencia sanitaria el 11 de marzo, Fundamedios reportó falta de seguridad y protección hacia los periodistas, despidos masivos, muerte de comunicadores, cierre de medios, etc. 

Ecuador se convirtió en el primer país de América Latina en reportar el primer fallecimiento de un periodista. El 25 de marzo, Olmedo Méndez, de radio Universal Guayaquil, murió con la COVID-19. Dos días después, el coordinador de noticias de Ecuavisa, Víctor Hugo Peña  murió por la misma causa. El 30 de marzo también se reportaron tres fallecimientos de comunicadores por el COVID-19 o con síntomas del  virus.

Mayo fue el único mes en el que no se registraron muertes de trabajadores de la prensa, pero desde marzo hasta el 31 de julio, Fundamedios contabilizó el fallecimiento de 19. Este número aumentó hasta 21 en agosto siendo el periodista radial Pedro Daniel Sanaguano Llangari, más conocido como el Rey del Mambo, el último comunicador que ha muerto  por COVID-19 en Ecuador. 

Los contagios por la COVID-19 de reporteros, presentadores de televisión y trabajadores de medios también tomaron relevancia. El primer caso ocurrió en marzo con la periodista Luisa Delgadillo.  Hasta agosto Fundamedios reportó 39 contagios; sin embargo, existe un subregistro de datos de aquellos comunicadores que no denunciaron su situación. 

La ciudad de Guayaquil se convirtió en el centro de la pandemia durante marzo y abril, una situación que impactó directamente en la economía de los medios de comunicación más pequeños que dejaron de recibir publicidad, lo cual impactó enormemente en su funcionamiento.

Fundamedios llevó adelante una campaña de donación de fondos el 22 de abril junto a las organizaciones Chicas Poderosas Ecuador, Nos Faltan 3, Periodistas sin Cadenas y SOS Periodistas. Se levantó una lista de 113 periodistas en estado de indefensión. 

Hasta el 5 de mayo se recaudó $1360 y se apoyó directamente a 23 afectados. Además, una lista de  75 comunicadores fue acogida dentro del programa de asistencia económica Salvar Vidas Ecuador, del Banco de Guayaquil y se gestionó apoyo económico para periodistas con ayuda internacional. 

En mayo, Fundamedios conoció sobre los primeros despidos masivos de periodistas. El primer día de ese mes, 35 excolaboradores de Diario La Hora, denunciaron despidos intempestivos e injustificados. Diario El Universo también dio a conocer el despido de más de 200 trabajadores de la prensa, mientras que Canal Uno también reportó despidos. El caso más reciente fue reportado el 29 de julio, cuando despidieron a 500 trabajadores de los Medios Públicos.  

Nuestra organización también ha contabilizado el cese de la edición impresa de al menos nueve medios en Ecuador, de estos, dos volvieron a imprimir con menor tiraje. Se trata de los semanarios de Cañar: El Heraldo y El Espectador. 

Medios de comunicación también han cerrado operaciones. De hecho, Radio Ondas Azuayas dejó de transmitir al igual que el programa Telemundo de Ecuavisa. Radio Splendid en Cuenca también cerró definitivamente.

A estas dificultades se sumaron otras afectaciones a la prensa. Por ejemplo, el acceso a la información oficial empezó a limitarse, especialmente con las ruedas de prensa.  El chat de whatsApp del Ministerio de Salud se convirtió en unidireccional dejando a los reporteros sin la posibilidad de hacer consultas inmediatas a la principal fuente de información.

El panorama en la región tampoco es alentador. Más de 50 periodistas han fallecido debido a la pandemia. Los casos fueron reportados en Brasil, Perú, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, etc. La Asociación Nacional de la Prensa del Perú suma más de 50 decesos y supera los 200 contagios. Nicaragua perdió a varios comunicadores, entre ellos a Sergio León, director de La Costeñísima, el único medio disidente en la costa atlántica.

La crisis de los medios también ha golpeado a la región. Bolivia fue uno de los primeros países en reportar el quiebre de los medios impresos. El 20 de abril, el presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, Marco Antonio Dipp, anunció el estado de fragilidad de la prensa. En esa ocasión explicó que la venta de periódicos y publicidad generan el 95 por ciento de ingresos, y esos recursos ya se vieron mermados.

Datos de la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA), señalan que en Colombia, la pauta publicitaria cayó un 70%; en Brasil, 11 medios dejaron su versión impresa; en Ecuador más del 50% de medios impresos reportó una caída en circulación; mientras que en México los despidos a periodistas se aceleraron.

Las detenciones arbitrarias a periodistas por informar sobre la COVID-19 también se han vuelto reiterativas. Venezuela es el mejor ejemplo. Según la organización Ipys Venezuela, desde el 13 de marzo, cuando el presidente Nicolás Maduro decretó el estado de alarma por la emergencia sanitaria, se reportaron 27 agresiones arbitrarias. 

La imposición de leyes arbitrarias o la aprobación de proyectos de ley que penalizan la desinformación que haya sido considerada como falsa por los gobiernos de turno, también ha sido usada en el contexto de pandemia. Venezuela ha aplicado la Ley contra el Odio como herramienta para ello; en Argentina, se realizan ciberpatrullajes para medir el “humor social” en redes sociales con la aplicación del Protocolo General para la Prevención Policial del Delito con Uso de Fuentes Digitales Abiertas; mientras que en Brasil se aprobó con una mayoría de 44 a 32 votos la Ley Brasileña de Libertad, Responsabilidad y Transparencia en Internet. 

 

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