Una semana después de cerrado el plazo para la recepción de solicitudes, la Agencia de Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) no transparenta la información completa sobre los postulantes dentro de este proceso.
En un primer comunicado, emitido el 1 de julio pasado, la Arcotel indicó que se receptaron 706 solicitudes de frecuencias en todo el país. Sin embargo, una semana después, el 7 de julio, esta institución colgó en su portal web un “acta de verificación de la información ingresada”, en la que se señala que se recibieron 1.268 solicitudes, desglosadas de esta manera:
AM: 68
FM: 911
TV: 289
Las solicitudes ni siquiera llegan al número de frecuencias ofertadas: 1.472. Esto quiere decir que hay frecuencias por las que nadie concursó. La variación en el número de solicitudes no ha sido explicada públicamente por las autoridades. Tampoco se ha desglosado cuántas frecuencias no recibieron solicitudes, cuáles son las más apetecidas, ni cuántas solicitudes fueron presentadas por actores privados y cuántas por comunitarios.
11 días después de cerrado el plazo para la recepción de solicitudes, en Arcotel se sigue trabajando a puertas cerradas, es decir sin veedurías ni presencia de prensa. Mientras, subsisten serias dudas, pues no se conoce quiénes son las personas que están solicitando las frecuencias, ni a qué frecuencia están apuntando. Todo esto no abona a crear confianza sobre la transparencia del concurso, factor que ha estado bajo cuestionamiento desde el primer minuto del proceso.
Fundamedios pudo conocer que está constituyéndose una veeduría independiente, sin embargo en estos días críticos no existe ningún proceso ciudadano que controle y vigile el concurso. Recordemos que la veeduría “autoconvocada” que se presentó fue desestimada después de que Fundamedios expusiera las vinculaciones y conflictos de intereses de cuatro de los veedores lo cual después fue recogida en una denuncia de la misma Arcotel.
Fundamedios reitera su llamado a que se suspenda el concurso, pedido que se ve reforzado a la luz del fracaso de participación que ha significado. “En realidad, el actual concurso de frecuencias no está sirviendo de ninguna forma a que exista una distribución transparente, abierta y por lo tanto más democrática de las frecuencias, más allá de un par de casos puntuales, casi anecdóticos, mientras subsisten dudas provocadas por la falta de transparencia, en una fase crítica del concurso como es la apertura de las propuestas”, declaró el director de la organización, César Ricaurte.