Fundamedios es una organización que monitorea, defiende y promueve la libertad de expresión. Buscamos fortalecer e incentivar el periodismo de calidad y lo hemos hecho a lo largo de los años, capacitando a más de 3 mil comunicadores. Hemos trabajado junto a medios de comunicación, universidades y organizaciones colegas para fortalecer las habilidades y afrontar los retos y responsabilidades que conlleva el uso instrumental de la libertad de expresión. No somos un gremio, sino una organización no gubernamental.
Desde Fundamedios creemos necesario pronunciarnos ante los recientes hechos de interés público que involucran a periodistas y medios de comunicación, aunque no son necesariamente vulneraciones a la libertad de expresión.
El 3 de junio se conoció la denuncia de la periodista Fabiola Santana en contra de TC Televisión, un canal incautado y controlado por el Estado ecuatoriano. La periodista denunció ante el Ministerio de Trabajo haber sido víctima de acoso laboral, desde 2019. Ella ha relatado una serie de episodios de trato degradante que atentan contra su dignidad.
Cabe mencionar que el 19 de mayo, 11 periodistas expresaron públicamente su respaldo a la Directora Regional de de Noticias de TC Televisión, María Belén Loor: aseguraron que durante sus funciones ha demostrado profesionalismo, ética, transparencia y calidad humana con todo el equipo de noticias. “Somos conscientes de que el trabajo diario de un medio de comunicación existen momentos de tensión, estrés y presión, sin embargo, la Directora Regional ha mostrado su respeto, disciplina, experiencia y madurez profesional para respaldar a cada uno de los colaboradores, observar, guiar y formar a nuevos profesionales en este oficio”, sostiene la carta pública.
No obstante, sin pretender prejuzgar a nadie ni tampoco sin pronunciarnos sobre las denuncias presentadas, como Fundamedios sostenemos que es necesario que los medios de comunicación sean espacios libres de violencia para las mujeres periodistas. Consideramos que las denuncias de la periodista Fabiola Santana -con quien nos solidarizamos-, si bien han sido ya tratadas por las autoridades laborales, deben ser investigadas y, de ser el caso, se deben tomar los correctivos necesarios.
El 10 de junio, el periodista Luis Antonio Ruiz, presentador de un programa periodístico en Teleamazonas, realizó un desafortunado y condenable comentario que traspasa los límites del discurso protegido por la libertad de expresión y cumple los requisitos para ser considerado discurso de odio: ser discriminatorio y hacer un llamado a la violencia. Tratar a un menor de edad, o a un conjunto de menores de edad en situación vulnerable, de “monstruos”, “depredadores” que deben estar “en jaulas” y “encadenados” es un exceso que debemos condenar sin matices.
El periodista Luis Antonio Ruiz se ha disculpado en sus redes sociales por estas expresiones, pero no reconoce algo sumamente importante: lo que dijo plantea que se deben vulnerar los Derechos Humanos para castigar feudalmente a menores de edad, a quienes deshumaniza llamándolos «monstruos». Creemos que el periodista debe reconocer que su expresión traspasa todos los límites, reflexionar sobre este hecho y abstenerse de volver a emitir un comentario de este tipo.
Por supuesto, el crimen del que se acusa a los menores es execrable y condenable, pues significa haber tomado la vida de otro ser humano, en este caso un agente de la Policía. La familia y la institución merecen solidaridad y acompañamiento social, pero la violación de Derechos Humanos y la venganza social, promovidos por un periodista, nunca serán el camino.
Finalmente, desde Fundamedios, hacemos un llamado a que los periodistas nos reconozcamos como defensores de Derechos Humanos y que debemos en todas las condiciones reconocer la dignidad humana, como valor insoslayable que guía nuestro trabajo.
Pedimos que los medios de comunicación incluyan explícitamente estos valores en sus manuales de estilo y códigos de ética y que capaciten a sus periodistas con esos principios.
Ahora más que nunca, cuando se intenta desmontar la estructura de represión estatal y caminar hacia la libertad de expresión, es necesario asumir el reto de autorregularse con rigor y transparencia.
En ese sentido, hacemos un llamado final para que el canal de televisión, en el cual se emitieron estas desafortunadas expresiones, acoja la oferta de organizaciones que velan por los derechos de los niños de realizar talleres de capacitación para periodistas.