Fundamedios y la Fundación Konrad Adenauer con su oficina en Ecuador organizaron el 10mo y último taller denominado “Ruta Hacia la Libertad”, con apoyo del Colegio de Periodistas del Azuay. El encuentro se desarrolló este 7 de diciembre en la ciudad de Cuenca.
Al iniciar este taller el representante de Ecuador y Perú de la Fundación Konrad Adenauer, Robert Helbig señaló que quienes promueven y protegen la libertad serán parte de una sociedad que camine hacia el bien común. “Damos inicio a este taller de la Ruta hacia la Libertad, un espacio de conversación, debate y aprendizaje en torno a la libertad de expresión, el periodismo y la lucha contra la desinformación”, mencionó Helbig.
El representante de la Fundación Konrad Adenauer recalcó que el compromiso de la fundación es de apoyo al fortalecimiento del Estado de Derecho y la constitucionalidad. Enfatizó que la responsabilidad de transparentar una sociedad, no es únicamente de los periodistas, sino que son quienes tienen un importante rol dentro de este proceso.
Carlos Almeida, presidente del Colegio de Periodistas del Azuay, afirmó que la libertad de expresión es un tema fundamental. “Las personas que somos parte de los gremios en forma consciente tomamos y nos establecemos normas o nos autorregulamos en las normas”, dijo Almeida.
El director de Fundamedios agradeció a la KAS por haber apoyado este proceso de fortalecimiento de capacidades para los periodistas ecuatorianos de 10 provincias del país más aquellos que se capacitaron a escala nacional por vías virtuales. Señaló que ha sido una experiencia maravillosa, redescubrir el país social y al país periodístico que deja la pandemia de la COVID-19. “Es notorio que el periodismo local afronta profundas crisis y profundos retos, pero al mismo tiempo vemos surgir por todo lado nuevas propuestas y experiencias que deben ser apoyadas para que puedan consolidarse. Estos talleres han sido un primer paso, en ese sentido, pero vendrán muchos otros, acompañados por un socio muy comprometido como es la FENAPE-FIP.”
Durante este taller, César Ricaurte expuso sobre la historia de la libertad de expresión y de su estrecha relación histórica con el desarrollo del concepto de democracia y como eso dio origen a los principios de la libertad de expresión y los estándares que la protegen. Además, se diseccionó el Artículo 19 de la Declaración Universal de DDHH y cada uno de los cinco incisos de la 13 de la Convención Americana de DDHH. También, se explicó sobre lo que fue la aplicación de la Ley de Comunicación del 2013 y la importancia de la discusión, en la Asamblea, del actual proyecto de Ley Orgánica para la Garantía, Promoción y Protección para la Libertad de Prensa y de la Comunicación, presentado por Fundamedios, encaminado a la garantía y promoción de derechos.
Este proyecto de Ley propone los principios de máxima garantía del derecho, la responsabilidad ulterior a través de los pedidos de réplica, la pluralidad y hace énfasis en la autorregulación periodística.
En el segundo módulo de este taller se habló de la relación que existe entre el periodismo y los datos, así lo explicó Alexis Serrano, editor de Ecuador Chequea. En este espacio, se recalcó que los datos son información que siempre debe estar presente en los contenidos periodísticos. “¿Es posible realizar un periodismo sin datos?”, cuestiona Serrano durante su intervención. El periodista mencionó que es importante encontrar la forma de contar historias que debe tener información, datos y recorrer las calles, para hacer periodismo. Además, explicó que los periodistas deben contar la información para que se entendida por todos los ciudadanos, no solo para personas expertas en cualquier temática.
Por último, se presentó el módulo sobre desinformación que fue expuesto por Paola Simbaña, periodista de Ecuador Chequea quien analizó si es correcto denominar al fenómeno de la desinformación como noticias falsas. En este espacio se mencionó que el fact-checking es el mismo ejercicio periodístico básico para verificar los contenidos engañosos que circulan en internet.
También se dijo que la posverdad ha influido en el fenómeno de la desinformación, ya que apela a las emociones para que los usuarios digitales compartan contenidos engañosos a través de la apelación a factores emotivos y apagar los elementos racionales que, en cambio, es la base de la construcción de la información.