2014 se perfila como el año de mayores y más graves ataques para la libertad de expresión. Una muestra de ello son las 141 agresiones reportadas hasta julio, en contra de medios de comunicación, periodistas y ciudadanos, siendo este último mes el de mayor número de ataques con un total de 30.
Una cifra así solamente se había producido en septiembre de 2010, por los hechos violentos ocurridos el 30 de septiembre, en donde solo ese día se reportaron 32 agresiones contra la prensa, solo ese día.
Sin embargo, en este último mes ya se evidencian casos claros de criminalización a la protesta social, represalias en contra de activistas, sanciones impuestas desde el ente de control de los medios, censura en internet y uso de cadenas para descalificar a medios y periodistas, por mencionar los más recurrentes.
Solo en este último mes ocurrieron siete detenciones, tres de ellas ocurridas a los líderes juveniles Enver Orna, Paúl Velázquez y Edgar Sánchez por su participación en la marcha obrera organizada por sindicatos de trabajadores el día 17 de julio y a quienes la Fiscalía les ha iniciado un proceso de indagación previa por presunto delito de rebelión. Actualmente, los acusados tienen medidas sustitutivas y deben presentarse cada semana ante una autoridad judicial hasta conocer si serán llamados a juicio.
Ese mismo día, en el marco de un evento de rendición de cuentas de la disuelta fundación Pachamama, tres activistas extranjeros fueron abordados por agentes de migración, quienes intentaron detenerlos por supuestamente no tener sus papeles en regla. Según testigos, el operativo fue encabezado por funcionarios del Ministerio del Interior que fueron directamente en contra de los voluntarios ambientalistas. Uno de ellos, Oliver Utne debió salir del país al día siguiente tras recibir una advertencia de parte de la Dirección de Migración y Extranjería de que si no lo hacía, corría el riesgo de “ser víctima de posibles violaciones a sus derechos humanos”.
Otros hechos como el cierre de la edición regional de diario La Hora de Manabí, la detención del dirigente gremial médico Carlos Figueroa -acusado de injurias al Presidente-, multas económicas a diario Extra y diario La Hora, el inicio de una campaña de desprestigio por parte de la Secretaría de Comunicación en contra de varios comunicadores, entre otros hechos se suman para configurar el ambiente hostil y violento que ha caracterizado a este último mes.
De manera global, desde 2008, hasta julio de 2014 Fundamedios ha contabilizado 919 agresiones; 22 en 2008; 103 en 2009; 151 en 2010; 156 en 2011; 172 en 2012; 174 en 2013 y 141 en 2014, en donde se evidencia un claro incremento de ataques año tras año, por lo que no es de extrañarse que este último supere con creces a los anteriores.
En este punto, cabe recalcar que las principales víctimas son los periodistas con 400 agresiones desde 2008. Dentro de este grupo, los periodistas de prensa escrita y los de televisión son los más vulnerables con el 16% y el 11% del total, respectivamente. Le siguen los medios de comunicación con un total de 303 agresiones y finalmente, los ciudadanos, activistas o personajes públicos con 87.
En cuanto a los agresores, los funcionarios públicos son los que más agreden en el 44% de los casos reportados. Dentro de este grupo, el Presidente de la República encabeza la lista con el 12% de casos, seguido por los cuerpos de seguridad del Estado con el 10% desde 2008 hasta julio de este año. El Estado (por medida administrativa, legislativa o judicial) se ubica como el segundo mayor agresor en el 24% de los casos.
Finalmente, las agresiones más recurrentes son las verbales, por declaraciones o insultos de autoridades y figuras públicas (115), seguidas de agresiones físicas en contra de periodistas (100) y el uso de cadenas para descalificar a los profesionales de la comunicación (83).
Si desea conocer en detalle las estadísticas sobre agresiones, visite el siguiente enlace: http://www.fundamediosbajoataque.org/.