Ecuador, 21 de mayo de 2024.- El periodista José Luis Calderón, rostro visible del ataque terrorista al canal TC Televisión, ha tomado la decisión de exiliarse luego de que el hecho violento afectara fuertemente su salud mental. No es el único incidente que ha sufrido por su profesión.
A inicio de 2024, Ecuador vivió uno de los momentos más críticos para la libertad de prensa. Las instalaciones de los canales TC Televisión —de alcance nacional— fueron interrumpidas por integrantes de una banda delictiva en la ciudad de Guayaquil. En plena transmisión en vivo personas armados golpearon y secuestraron a los trabajadores del medio, la tarde del 9 de enero. El país entero y la comunidad internacional fueron testigos, en tiempo real, del secuestro la violencia suscitada. Los apuntaron con armas en la cabeza e incluso gritaban que tenían granadas y mecheros. Se escucharon disparos y súplicas por parte de los trabajadores. José Luis Calderón decidió dialogar con los delincuentes y mediar la situación mientras lo apuntaban con una escopeta en el cuello y le ponían dinamita en su chaqueta. Su rostro fue el único reconocible y sus imágenes fueron viralizadas a nivel mundial.
Más de una semana después de que se tomaron las instalaciones de TC Televisión, las cámaras de vigilancia del conjunto habitacional en el que vivía Calderón registró a dos individuos que le entregaron un arma de fuego al guardia de seguridad que fue escondido en los baños. Al día siguiente atraparon y despidieron al agente de seguridad. No existen pruebas de que sea un hecho relacionado con el periodista. Sin embargo, a Calderón le llamó la atención en un contexto de violencia. Tras esto, el periodista no pudo volver al medio en el que trabajaba porque no se sentía seguro. Además, fue diagnosticado con estrés postraumático por un médico psiquiatra del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Como trabajador no sintió que la empresa le diera seguridad y apoyo por lo que presentó un recurso administrativo para mediar con TC Televisión señalando que por salud mental no podría regresar a trabajar, pero necesitaba que se llegue a un acuerdo sobre los beneficios económicos y liquidaciones, ya que solo le faltaban dos años para la jubilación.
El medio nunca acudió a los llamados de mediación. El 18 de marzo de 2024, Calderón decidió presentar su renuncia formal, que fue aceptada, pero le dijeron que debía firmar un acta de mediación, con puntos diferentes a los que el presentador de televisión proponía, por lo que se negó. Dos días después le llegó una notificación de “visto bueno”, que significaba un despido por ausencias injustificadas. Calderón acudió nuevamente al medio y se vio obligado a firmar el acta donde se estipulaba el dinero que le pagarían por la renuncia que presentó y que no podría demandar al medio por el tema. El canal en ningún momento ofreció apoyo de seguridad más allá de chalecos antibalas, según el periodista.
El ataque de TC Televisión no es el único momento de riesgo al que ha estado expuesto Calderón. Fundamedios, organización integrante de la Mesa de Articulación para la Protección de Periodistas (MAPP), reportó que Calderón junto a su equipo periodístico sufrió dos asaltos en plena cobertura periodística en Guayaquil en el 2023. El primero se dio el 21 de marzo, Calderón y su camarógrafo se encontraban listos para salir al aire en la ciudadela de Huancavilca Sur, en Guayaquil, cuando se les acercaron dos individuos a bordo de una motocicleta y a mano armada se llevaron sus teléfonos celulares. (Ver alerta)
El segundo caso se dio el 29 de mayo de 2023 alrededor de las 6:30 am, en el sector de Las Acacias, sur de Guayaquil. Mientras Calderón estaba entrevistando a un ciudadano, un individuo llegó en una motocicleta. Los amenazó con un arma que estaba oculta y según el periodista, el sujeto con tono de enojo les reclamó sus pertenencias y dinero en efectivo (Ver alerta). Todos estos hechos fueron denunciados por el periodista en la Fiscalía.
La MAPP se solidariza con el periodista ante los constantes ataques a los que ha estado expuesto en sus 23 años ejerciendo el periodismo sin una mínima medida de seguridad entregada por el medio de comunicación. Hacemos un llamado a las autoridades a garantizar un ambiente seguro para el periodismo ecuatoriano y exigimos que se respete la libertad de prensa y expresión en los canales incautados por el gobierno, privados, comunitarios y digitales.