Los ecuatorianos se interesan por conocer cómo los gobiernos autoritarios atentan contra la libertad de expresión y se manifiestan decididos a defenderla permanentemente. Eso se notó en Riobamba, a donde acudieron periodistas y ciudadanos de Chimborazo y varias provincias del país, para participar en el foro “La libertad de Expresión” organizado por el Diario La Prensa y Fundamedios. El acto coincidió con la celebración de los 25 años de existencia del periódico riobambeño.
Participaron en el evento Francisco Rocha, director ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP); Guadalupe Fierro, presidenta de la Unión Nacional de Periodistas (UNP); Mariana Neira, presidenta de Fundamedios; Miriam Murillo, directora de la Carrera de Comunicación de la Universidad Nacional de Chimborazo (UNACH); y Guillermo Haro, exdiputado del Congreso Nacional, actualmente abogado en libre ejercicio.
Mariana Neira, presidenta de Fundamedios y periodista de investigación, manifestó que nunca, en el tiempo de su ejercicio profesional, vio un nivel de corrupción tan alto, masivo, organizado, como en la “década correísta”. “Tampoco vi tanta persecución a los periodistas por denunciar la corrupción”, señaló. En su exposición hizo un recuento de casos de corrupción desde 2007. “El tiempo nos ha dado la razón”, dijo con respecto a esos casos que fueron señalados por los periodistas de investigación. Neira agregó que hubo una parte del público que aplaudió que el gobierno correísta nos pusiera “un bozal con una ley tan represiva”. “Hubo silencio de la academia, de las facultades de periodismo y de algunas ONG. El afán de Correa no fue solamente callar a los medios privados de comunicación, sino eliminarlos. Lo consiguió con el Diario Hoy, la Revista Vanguardia y con regionales de La Hora”, dijo.
Guadalupe Fierro dijo que una “tramposa enmienda consagró la aberración jurídica” de considerar a la comunicación no como un derecho sino como un servicio público. Este cambio tenía un fin muy concreto: “controlar la opinión pública para ponerla al servicio de un régimen”.
Francisco Rocha dijo que los diez años del pasado régimen significaron un trabajo constante para limitar el pensamiento. “Necesitamos una Ley de Comunicación, pero que promueva derechos, la libertad de comunicación, no una ley que persiga o sancione cuando los periodistas ejercemos la denuncia pública”.
Guillermo Haro hizo un análisis de la Ley de Comunicación. “En los últimos años se activaron varios procesos penales que han terminado, en algunos casos, con la detención de valientes periodistas que fueron perseguidos, como es el caso de Fernando Villavicencio”, dijo.
Entre los actos del foro estuvo, precisamente, un homenaje al periodista más acosado por sus denuncias.
Miriam Murillo dijo que la LOC supuestamente se creó con los actores que hacían comunicación, pero “parece que nos faltó un poco más de voluntad para una ley más enriquecedora y que defienda los derechos de libertad”.