Después de la audiencia sobre la situación de la libertad de expresión en Ecuador, que se desarrolló el pasado 25 de octubre, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las reacciones por parte del oficialismo, no se han hecho esperar.
El presidente Rafael Correa, se refirió, en una entrevista televisiva a la petición para que la CIDH haga una visita In Loco al país y señaló que la Comisión no necesita invitación para venir al Ecuador. «Que venga cuantas veces quiera, bienvenida, no necesita invitación, este es su país, que venga y vea si hay atentado a la libertad de expresión, censura y todas las barbaridades que dicen». No obstante, hay que recordar que para que se produzca la visita de la CIDH, el Gobierno ecuatoriano debe cursar una invitación oficial.
El Presidente también condicionó el acoger las recomendaciones de este organismo y señaló que lo hará, siempre y cuando sean razonables y no atenten contra la soberanía del País. Según el Primer Mandatario, la CIDH «puede estar equivocada, no son el oráculo de Delfos y están muy influenciados por estos grupos que tienen una capacidad de presión extremadamente grande». En este sentido, el Jefe de Estado aseguró durante una entrevista en Radio Tomebamba del 26 de octubre, que si la CIDH se pronuncia «en base a mentiras», no aceptará sus recomendaciones.
En cuanto al canciller Ricardo Patiño, quien durante la audiencia aseveró que el grupo de comunicadores que expuso en el organismo solo busca cuidar los intereses de las empresas de comunicación dijo, en una rueda de prensa posterior, que los peticionarios no eran más que «los representantes personales» de los dueños de los medios de comunicación. «A ellos les mandamos a decir lo que teníamos que decirle a los grandes dueños de los medios: que se han dedicado a hacer una campaña permanente contra las acciones del Gobierno. ¿Por qué? Porque sienten afectado sus derechos y eso es lo más importante. Los derechos de los ciudadanos, de vivir bien, les importan un comino», dijo.
En esta misma línea se pronunció el secretario nacional de comunicación Fernando Alvarado, quien afirmó, durante un conversatorio con alumnos y catedráticos de la Universidad de Georgetown y en una entrevista vía telefónica en el medio incautado por el Estado, Gama Tv, que «el único objetivo que está de trasfondo de defensa en la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos no son los derechos de un periodista ni de un medio, son los intereses económicos».