En septiembre se produjeron dos ataques con explosivos contra periodistas en Morona Santiago y en Guayas. Sujetos desconocidos colocaron dos aparatos explosivos —denominados ‘tumbacasas’— en la puerta y al pie de la ventana de la casa de uno de los reporteros del diario Expreso, en Guayaquil. El medio de comunicación lanzó la alerta en redes sociales, en la que ratificaron su respaldo a la labor de los periodistas ante estas acciones amenazantes y rechazaron cualquier forma de amedrentamiento, con relación a las publicaciones que realizan.
En la Amazonía, el periodista Jairo Delgado, fundador de la página Sucúa Online, de Morona Santiago, sufrió un atentado a su vida la madrugada de este jueves 15 de septiembre. Alrededor de las 00:42 se escuchó, a 10 cuadras a la redonda, un fuerte estallido. Delgado salió de su casa a ver lo que sucedía junto a sus vecinos. Notaron que se trataba de dinamita con mecha, que habían puesto en la entrada de su restaurante, negocio de Delgado y que también es su residencia. Producto del impacto, parte del cerramiento de su casa sufrió daños.
Las cifras de septiembre
En septiembre de 2022 se produjeron 15 agresiones contra periodistas, medios de comunicación y ciudadanos, que afectaron el derecho de libertad de expresión, prensa y acceso a la información en Ecuador. Entre 2007 y septiembre de 2022, Fundamedios ha contabilizado un total de 3346 agresiones contra la prensa. Las 15 ocurridas en septiembre significan una disminución de agresiones con respecto a las registradas en agosto (20).
En total, 13 periodistas, un medio de comunicación y un ciudadano fueron agredidos. El Estado fue el principal agresor, en siete ocasiones; seguido de actores “desconocidos”, con cinco agresiones; y actores no estatales, con tres casos.
Asimismo, se registraron cinco casos de Discurso Estigmatizante; tres Agresiones Físicas; dos Procesos Judiciales; dos Amenazas; una Agresión Verbal; un caso de Censura y otro de Violencia sexual contra una periosita en Chimborazo.
El análisis geográfico reflejó que en Pichincha se registraron nueve agresiones; cuatro en Guayas y una en Chimborazo y Morona Santiago.
Principales tendencias
La mayoría de agresiones se originaron en el Estado
La mitad de agresiones registradas este mes tuvo como protagonistas a asambleístas, autoridades y funcionarios estatales, que atacaron la libertad de expresión en Ecuador, desde discursos contra la prensa hasta acciones judiciales contra periodistas.
El legislador Ronny Aleaga (UNES) presentó una denuncia contra el periodista Christian Zurita, del portal Periodismo de Investigación, acusándolo de tres tipos penales distintos. En la demanda también está incluido el asambleísta Fernando Villavicencio (Independiente). En la denuncia, presentada ante la Fiscal General del Estado, Aleaga se basa en tres artículos del Código Penal: el 177, que se refiere a delitos de odio y se castiga con entre uno y tres años de prisión; el 177, que se refiere a violación a la intimidad, que se castiga con cárcel de uno a tres años; y el 182, que se refiere a la calumnia, con cárcel de seis meses a dos años.
Dos servidores públicos atacaron a medios de comunicación. El asambleísta Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, calificó a un grupo de medios de comunicación, sin referirse a ninguno en específico, como “estercoleros mediáticos”. La declaración del legislador se dio durante una rueda de prensa en la cual aseguró que hay una conspiración en su contra para sacarlo de la Comisión que actualmente preside. En este espacio, aclaró que utiliza este término para referirse a los medios de comunicación “ideológicamente y económicamente sostenidos por el correísmo”.
Asimismo, el gerente general de Radio Pichincha, Orlando Pérez, insultó nuevamente a un medio de comunicación. Señaló al diario La Hora cómo «prensa sicaria», dado que el medio publicó en su portada un titular que señalaba que ‘El correísmo podría quedarse con la justicia’. Esto, en referencia al juicio político contra el Consejo de La Judicatura, impulsado por el bloque correísta en la Asamblea y que finalmente no prosperó.
Los servidores policiales también protagonizaron agresiones. En el marco del partido de fútbol conocido como el ‘Clásico del Astillero’ —que enfrenta a los equipos de Barcelona y Emelec— ocurrió una agresión colectiva en contra de periodistas por parte de la Policía Nacional. A la llegada de los jugadores del Barcelona al Estadio Capwell, varios periodistas deportivos se acercaron al bus para cubrir el momento. Los reporteros de Radio Sucre y Radio Estrella publicaron videos en los cuales se pudo observar que en este intento de cobertura, periodistas fueron empujados de manera agresiva y amedrentados por agentes de la Policía que se encontraban en el sitio.
Además, el periodista Paúl Coello, quien trabaja en Teleamazonas, fue objeto de amenazas por parte de funcionarios de la Fiscalía y de la Policía Nacional. Durante la búsqueda del cuerpo de la abogada María Belén Bernal, en el cerro Casitagua, en el norte de Quito, el periodista llegó junto a su equipo para cubrir el hecho desde las 08:00.
Las redes fueron un espacio para atacar a los periodistas
La red social Twitter se convirtió en un espacio para atacar a periodistas con discursos xenófobos, misóginos y estigmatizantes. La periodista de Majestad Radio Silrat Traslaviña fue el centro de una campaña muy agresiva y con contenido misógino en redes sociales, tras una entrevista con la legisladora Paola Cabezas; además de críticas de otras periodistas mujeres, que acusaron a la periodista de utilizar el feminismo para victimizarse.
A través de redes sociales, varios usuarios, trolls y bots empezaron a criticar e insultar a la periodista, descalificar su trabajo, cuestionar su ética y lanzar mensajes misóginos que cuestionaban su capacidad como periodista e incluso se realizaron memes y artes en las cuales se utilizaron imágenes suyas junto con textos machistas y que atentaron contra su honra.
El expresidente Rafael Correa insultó y descalificó en Twitter al periodista Miguel Rivadeneira, lo que provocó que fuera atacado por varios usuarios de redes sociales.
El periodista publicó el viernes 23 de septiembre un mensaje desde su cuenta de Twitter, refiriéndose a las Fuerzas Armadas y a la Policía, en el contexto del asesinato de la abogada María Belén Bernal. “Aquellos que intentaron destruir y debilitaron a FF.AA. y a Policía en una década y que buscan retornar al poder, impulsan con mentiras en redes sociales un nuevo proceso de deterioro, cuyo objetivo es llevar a una fuerza pública como la de Venezuela, aliada al proyecto político”, escribió Rivadeneira.
Los periodistas Andersson Boscán y Alondra Santiago son víctimas de una campaña de ataques e incluso una petición de deportación. El usuario identificado como ‘Patriota Ecuador’ creó una campaña de firmas en Change.org, señalando que los reporteros “tienen frecuente irrespeto” al Gobierno y sus ministros, a través de radio, televisión y medios digitales”; y sugiriendo que eso les vuelve partidarios del expresidente Rafael Correa.
La motivación de la petición está ligada directamente con la nacionalidad de los periodistas. Boscán es de origen venezolano, y Santiago es cubana. Según el texto publicado, se solicita su expulsión “porque ponen en peligro la seguridad nacional”. El usuario se fundamenta en un texto falso de la Ley de Movilidad Humana. Argumenta que el artículo 143 de esta normativa permite la deportación de un extranjero, al ser “considerado una amenaza o riesgo para la seguridad pública y estructura de Estado, según la información que dispongan las autoridades”. No obstante, en el artículo 143 no se estipula esa causal de deportación.