Ecuador, 08 de marzo del 2023· Ser periodista en Ecuador no es tarea fácil. Desde 2007 hasta febrero de 2023, Fundamedios ha registrado más de 3.400 agresiones contra la prensa en el país. Sólo en 2022, cuatro periodistas fueron asesinados. Pero, ¿qué pasa con estas formas de violencia cuando eres mujer? Ser mujer y periodista en Ecuador significa un doble factor inminente de agresión y riesgo.
Entre el 2022 y lo que lleva del 2023, se han registrado 90 agresiones contra periodistas mujeres. Sólo en 18 días, durante el paro nacional del 2022, se reportaron 42 alertas. Las periodistas sufren agresiones diferenciadas, sólo por el hecho de ser mujeres. Entre las agresiones más comunes contra las periodistas se encuentran el discurso estigmatizante con contenido sexista, lo más común es desprestigiar su trabajo y señalar que deberían estar lavando platos o cuidando a sus hijos.
Las periodistas soportan un fuerte discurso sexista, así como agresiones verbales e incluso campañas de difamación, que han incluido contenido sexual, replicado con fuerza en internet, con insultos machistas y de corte misógino, hasta con la activación de trolls centers que replicaban estos mensajes. Durante el 2022 y el 2023 Fundamedios registró 11 casos de agresiones por discurso estigmatizante con contenido sexista contra las periodistas. Cuando una periodista cuestiona e incomoda a los grupos políticos, la principal forma de violencia ejercida son las agresiones verbales de carácter sexual, que atentan contra su dignidad.
Otra agresión común es la amenaza. En el 2022 y los primeros meses de este año, Fundamedios ha reportado 21 amenazas contra las periodistas. Una de las más afectadas es la reportera de Teleamazonas Dayana Monroy, quien ha sido perseguida por el expresidente Abdalá Bucaram y su hijo, Jacobo Bucaram. En febrero de 2021, el líder del extinto Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) impulsó una acción penal contra la periodista. La acusó con una figura establecida en el artículo 229 del Código Orgánico Integral Penal y que sanciona con pena de uno a tres años de prisión.
Los ataques misóginos en redes son el pan de cada día para las periodistas. Por ejemplo, Carla Maldonado, luego de un intercambio de mensajes con un abogado, recibió ataques incluso por su físico. Es decir, a diferencia de los hombres, las agresiones contra las periodistas no se dan por su trabajo, sino por su aspecto físico o por la forma de comportarse.
Las agresiones físicas también son recurrentes. En el periodo de tiempo mencionado se reportaron 21 casos. Por ejemplo, la periodista Viviana Erazo, de Wambra, fue agredida por miembros de la Fuerza Pública durante una marcha por el 8 de Marzo, en el centro de Quito. Posteriormente, la cuenta de Wambra fue bloqueada por Twitter. “Yo tenía el micrófono y estaba desde ahí grabando y se acercó un policía, me dió un toletazo…, todo lo que estaba dentro de mi maleta estaba roto…; al rato en que me regreso, para irme después del ataque, me lanza gas pimienta directamente en los ojos”, dijo a Fundamedios.
La periodista Xiomara De la Torre también fue víctima de agresiones, en este caso, de violencia sexual. Las periodistas han sido objeto de acosos y de comportamientos machistas. De la Torre estaba cubriendo la llegada de hinchas al Estadio Monumental, de Barcelona, en Guayaquil, y fue entonces cuando un hincha le manoseó y le dio una nalgada.
Los mayores perpetradores de la violencia contra las reporteras son actores no estatales (64), le siguen los agresores estatales (19) y al final los no identificados (7).
Estas cifras recopiladas se quedan en textos y papel. Desde la Fiscalía y el Gobierno no existen acciones claras para sentar precedentes ante las agresiones a mujeres periodistas. Fundamedios alza la voz en medio de una violencia sistemática y generalizada contra las mujeres, y reitera que las acciones encaminadas a generar cambios no pueden reducirse al Día de la Mujer, pues las periodistas la sufren todos los días del año.