La obra teatral titulada: “El santo prepucio” fue censurada la noche del 11 de enero de 2018 una vez que el comisario municipal de Samborondón -localidad ubicada en las cercanías de la ciudad porteña de Guayaquil- clausuró el Pop Up Teatro Café, el lugar en donde se iba a presentar la obra, tras presiones y protestas de personas de grupos conservadores que llegaron hasta el lugar con pancartas y megáfonos para impedir su desarrollo, por considerarla como como un “blasfemo, sacrílego y ofensivo”, según relataron varios medios locales.
La Comisaría Segunda Municipal colocó el sello de “clausurado” por considerar que se incumplieron las ordenanzas municipales. Sin embargo, en diálogo con Fundamedios, Ricardo Velasteguí, director de la obra y propietario del centro cultural cuestionó el accionar de las autoridades, quienes, a su criterio, actuaron por presión, pero sin argumentos legales, puesto que llegaron a clausurar el sitio y a prohibir la obra sin mostrar una orden, ni tampoco quisieron verificar todos los permisos de funcionamiento que tienen y que están en regla. Hechos que fueron calificados de abusivos.
Para Velasteguí, esta situación complica a quienes difunden la cultura y resulta un limitante, puesto que la próxima vez que intente presentar una obra, tendrá que pensar en las sensibilidades de ciertos grupos fanáticos, cuando, según dice, no debería ser así mientras la obra guarde respeto. Según dijo, la obra presentada no es ofensiva e incluso, ya fue presentada en Urdesa, Guayaquil, sin problemas, pero considera que al menos estos grupos debieron verla para cuestionarla y no actuar sin conocimiento de su contenido.
Al respecto, Pop Up emitió un comunicado público en donde aclaró que se trata de una obra social con tintes de comedia en defensa de la fe y que cuestiona los malos elementos de la Iglesia que se aprovechan de ella “para vender reliquias falsas con argumentos que carecen de credibilidad”.
Según Pop Up, la obra -escrita por los españoles Chascas y Quintanilla y que cuenta con las actuaciones de Prisca Bustamante y Belén Idrobo- no ha tenido el ánimo de ofender ni burlarse de la religión. “Es un trabajo hecho como tantos, con mucha dedicación, ensayos y respeto al oficio, ya que de eso vivimos”, reza el comunicado que aclaró que la misma ha sido representada en otros países con mucho éxito.
Velasteguí informó que al momento están en conversaciones con las autoridades para lograr reabrir el sitio.
Esta es la tercera vez en los últimos meses que se censura una obra en el país, por acción de grupos religiosos ultraconservadores. El pasado 13 de noviembre, la muestra del artista guayaquileño Marco Alvarado, titulada: “Difícil de leer, entre mi luto y mi fantasma”, fue censurada y clausurada antes de tiempo, tras pedido de la alcaldía de Cuenca, luego de haber recibido quejas de las órdenes religiosas de esa ciudad, ubicada al sur del Ecuador y que finalmente fue reubicada en otro espacio.
Asimismo, en agosto del 2017, el mural titulado: “El Milagroso Altar Blasfemo”, que formaba parte de una exposición que presenta posturas críticas frente a las problemáticas de género, fue censurado y retirado de la exposición colectiva “La intimidad es política”, tras decisión de las autoridades municipales de Quito, quienes actuaron después de un comunicado de La Conferencia Episcopal Ecuatoriana. La obra fue reabierta días después, pero bajo la modalidad de “visitas guiadas”.
ACTUALIZACIÓN. Tras la clausura, Pop Up Teatro Café reabrió sus puertas el sábado 13 de enero. Sin embargo, la obra se ha retirado de la cartelera y los propietarios del lugar mantendrán una reunión con el Municipio de Samborondón para evaluar el retorno a escena de la obra. Velasteguí, director de Pop Up Teatro Café, informó que tras un acuerdo amistoso el Municipio levantó la clausura y anunció que se evalúa la posibilidad de que la obra vuelva al escenario del teatro próximamente. Al momento, el local que cuenta con tres salas mantiene activas solo dos de ellas, a la espera de la resolución que se tome sobre la censura a la obra que se desarrollaba en la tercera sala.
Me parece increíble q cierto sector de la sociedad se manifieste en contra de una obra de teatro xq según ella insulta a la Iglesia Católica y sus creyentes pero la misma sociedad no proteste por las denuncias de abuso sexual x miembros de la misma Iglesia. #Patetico pic.twitter.com/MWYdDzLvr0
— Catrina Tala (@turcacat) 12 de enero de 2018