La madrugada del sábado 11 de mayo cinco trabajadoras sexuales trans reportaron haber sido amedrentadas por miembros de la Policía Nacional, tras recibir agresiones de un grupo de hombres que buscaba sus servicios. De acuerdo a Maritza Cruz Caamaño, una de las asaltadas, al buscar ayuda de los uniformados, ellos intentaron agredirlas. Las persiguieron alrededor de las calles de La Mariscal (centro norte de Quito) para golpearlas e intentar quitarles sus pertenencias.
En un video compartido por las víctimas, se ve cómo cuatro motorizados persiguen a dos de ellas, rociándoles gas lacrimógeno, mientras abandonan el sitio. Al percatarse de que eran grabados, intentaron quitarle el teléfono a quien filmaba y le arrojaron gas. Para Cruz Caamaño, estas acciones evidencian el abuso del poder del que son objeto las personas de este grupo de atención prioritario y vulnerable, aunque aclara que no todos los miembros de la fuerza pública actúan así.
En este caso específico, ella recalca la magnitud del daño físico que se les hizo al arrojarlas al piso y el riesgo de inhalar gas lacrimógeno, como portadoras de VIH. “No es justo que nos traten así, abusan de su poder y nos hacen daño. No solo a nosotras, sino también a otros grupos, como los inmigrantes que duermen en las calles de ese sector”, reclamó.
Rashell Erazo, presidenta de la Asociación Alfil LACTRANS, informó que se les ofreció ayuda y asesoría legal a las mujeres agredidas. Además, como institución defensora de Derechos Humanos, rechazan el atentado al libre tránsito y los reportes que recibieron de las denunciantes. La agrupación además reportó la denuncia a la Policía Nacional y el Ministerio del Interior, quienes aún no se han pronunciado. Por su parte Cruz Caamaño y sus compañeras están preparando su denuncia ante la Fiscalía.
FUNDAMEDIOS intentó comunicarse con la unidad de policía de La Mariscal, sin obtener respuesta.