El mismo 17 de julio, horas antes de la firma de la medida, periodistas reportaron en Twitter un cierre inminente. Algunos colaboradores de la Empresa de Medios Públicos del Ecuador, que prefirieron no ser citados, aseguraron que a las 18:30 del viernes, se envió un comunicado a los periodistas de El Telégrafo en el que les informaban que ya no debían cumplir con los turnos de fin de semana y que las ediciones virtuales del diario ya no circularían; sin embargo, a las 20:30 de ese mismo día, los directivos se retractaron y anunciaron que las operaciones continuaban con normalidad.
Fundamedios contactó al gerente general, Edison Toro, quien reconoció que hay un decreto de liquidación firmado por el presidente Moreno. En esa línea, la desvinculación de personal no debería sorprender, pero desmintió que él haya dado una orden explícita para iniciar el proceso. “No hay una disposición oficial de mi parte para desvincular personal o para cambiar programación o para cerrar medios. Esto implica evidentemente que hayan decisiones del directorio que deberá establecer la existencia de fondos para tomar decisiones dentro del proceso de liquidación”.
El funcionario enfatizó en que cuando el proceso de liquidación ocurra estará apegado a la Ley y se lo comunicará con transparencia.
Para Fundamedios, los medios públicos deberían ser fortalecidos con base en una Ley que garantice autonomía, independencia, pluralismo y transparencia. Valores que, lamentablemente, no fueron respetados por los gobiernos. La organización reconoce la situación compleja por la que atraviesa el país, pero llama a respetar la dignidad y los derechos de periodistas y de los trabajadores de los medios públicos del Ecuador.