Ecuador, 15 de mayo de 2021. El Consejo de Regulación, Desarrollo y Promoción de la Información y Comunicación realizó ayer un conversatorio para analizar la libertad de expresión, el periodismo y la autorregulación que forman parte de una serie de reflexiones que plantea el Organismo.
La presidenta del Consejo, Jeannine Cruz, dio la bienvenida a los asistentes y dijo que cuando aceptó presidir el Consejo de Regulación de Desarrollo y Promoción de la Información y Comunicación lo hizo con la convicción de defender la libertad de expresión pues es un derecho fundamental para la convivencia pacífica y promueve el resto de Derechos Humanos: “sin la posibilidad de expresarse libremente y opinar estamos dando paso a la tiranía y al abuso”, dijo.
Vladimir Andocilla, Coordinador General de Promoción de Derechos del Consejo de Comunicación, fue el moderador del Conversatorio que contó con la presencia del Director Ejecutivo de Fundamedios, César Ricaurte; Pamela Aguirre, Directora del Observatorio Jurídico Social de la Universidad Espíritu Santo y del periodista Fabricio Vela.
César Ricaurte aseguró que entre el 2013 y 2019 se desarrolló un esquema de fuertes controles estatales y de una sobrerregulación con el cual se tomó el control sobre los contenidos de los medios y se abrieron más de 1000 procesos contra periodistas y líderes sociales. Durante esta época, la Secretaría de Comunicación General, ordenó a los medios de comunicación la emisión de cadenas nacionales, interrumpiendo noticiero para ejercer un supuesto derechos a la réplica e incluso ordenaba a los medios de comunicación a que se publiquen portadas diseñadas desde esa Secretaría y de esa forma implementar la verdad oficial.
Recordó que en el 2019 la Ley de Comunicación fue reformada y se desactivó a la Superintendencia de Comunicación, “pero quedamos en el limbo” pues no se avanzó en otras reformas, ni se expidió el reglamento de la nueva ley reformada..
“Debemos caminar hacia una regulación ligera y mucha autorregulación”, dijo Ricaurte y recordó que la Ley de Libre Expresión presentada por el Ejecutivo y el proyecto presentado por los asambleístas Marjorie Chávez y Fernando Villavicencio, con el apoyo de Fundamedios, van en esta línea.
El debate sobre la autorregulación no es nuevo en Ecuador: entre el 2008 y el 2013 se debatió de manera muy profunda estos temas, pero en el 2013 ese debate se clausuró pues, ante una regulación estatal excesiva, era inútil discutir una autorregulación.
Ricaurte explicó que existen tres mecanismos de autorregulación:
Primero, un sistema de control previo, interno de los medios de comunicación que se ve reflejado en los códigos de ética y manuales de estilo para asegurar el control de la calidad de los contenidos periodísticos y general. Segundo, los sistemas de control mixto que funcionan previo y posteriormente y que son internos y externos con defensores de audiencias: profesionales de primera calidad que son conocidos por su ética y en el cual el medio de comunicación tiene confianza. Tercero, los sistemas de control posteriores que son externos como observatorios y veedurías de medios que son impulsados por los controles ciudadanos y centros académicos.
Pamela Aguirre, recordó que la libertad de expresión es un derecho humano que nos permite desarrollarnos, es un patrimonio jurídico, una fortaleza y es la piedra angular de un sistema democrático. Sobre la autorregulación sostuvo que los Estados deben establecer como una obligación el promover la autorregulación y que la libertad de expresión y ética periodística debe ser tomada en cuenta y ser complementarios. Asimismo, aseguró que los periodistas y la sociedad deben tener el compromiso de estar vigilantes de los contenidos que son transmitidos para así promover una real autorregulación. “La autorregulación es el camino que nos permite consolidar la responsabilidad de los periodistas y por otro lado una plena libertad de expresión”, dijo.
Fabricio Vela en cambio aseguró que el Ecuador “no está preparado para la autorregulación” y que es momento de repensar lo que está sucediendo pues hay mucha arrogancia por parte del periodismo. Para Vela, no existe autocrítica y “es necesario un baño de humildad de los periodistas”. Asimismo, sostuvo que es hora de que los medios transparenten sus líneas editoriales, así como dar a conocer los códigos deontológicos y aseguró que la mayoría de medios no poseen este documento.
Ricaurte discrepó con Vela en cuanto a la capacidad de autorregulación de los medios de comunicación y recordó que en temas de derechos no existe el estar listos o no, sino, “se trata de construirlos día a día”. Recalcó que el control social sobre los medios de comunicación sirvió en el caso de La Posta XXX pues las audiencias son potentes y fuertes para exigir las rectificaciones a los medios y que es necesario construir sistemas de autorregulación, pues la mayoría de medios de comunicación son pequeños y no poseen estos mecanismo. En este marco, es el Consejo de Comunicación quien debe promover estos procesos y construirlos junto a la sociedad civil. “El control estatal de los medios de comunicación no tiene cabida en una sociedad democrática”, ratificó.