Fundamedios relanza el portal Censuracom que recopila los centenares de casos de aplicación de la Ley de Comunicación que significaron ataques contra la libertad de expresión y de prensa durante el gobierno de Rafael Correa.
Censuracom es un sitio, que en tono irónico y abundante material multimedia y documental, hace un repaso a los personajes que protagonizaron agresiones y los casos donde se registró una restricción a este derecho fundamental.
El portal se divide en seis secciones:
Los villanos. Se encuentran los cinco políticos del país que más ataques a la libertad de expresión han protagonizado. El primer lugar lo ocupó el superintendente de Comunicación, Carlos Ochoa, con 100 agresiones.
Las contorsiones (legales). Recuerda las resoluciones de la Supercom más polémicas contra los medios de comunicación, como la sanción a diario La Hora por no publicar la rendición de cuentas del alcalde de Loja, Bolívar Castillo.
Los cañonazos contra la prensa. O las réplicas más insólitas que funcionarios o instituciones gubernamentales publicaron en los medios. Una de ellas es la que diario El Comercio publicó el 20 de mayo de 2015 cuando fue obligado a mentir en la portada, pese a tener todos los respaldos de la nota que hizo sobre la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.
Los latigazos a la libertad. O las agresiones más alarmantes contra ciudadanos y medios. Allí se encuentra, por ejemplo, la enmienda sobre la comunicación como servicio público aprobada por la Asamblea Nacional el 3 de diciembre de 2015.
Los gladiadores. Un espacio para destacar a los periodistas que, pese a los reiterados ataques desde el poder, continúan con su labor.
Los ciber azotes. Finalmente era necesario un espacio para recordar las violaciones a los derechos digitales en el último año. El caso de Crudo Ecuador es uno de los más recordados.
Cabe destacar que, el 31 de julio de 2019, la Superintendencia de Comunicación (Supercom) cerró sus puertas definitivamente, luego de seis años de vida institucional. En ese tiempo se convirtió en una herramienta de persecución del correísmo contra medios de comunicación y periodistas y las cifras así lo revelan. Hoy con las propuestas de derogar definitivamente la Ley de Comunicación del correismo y aprobar una Ley de Libertad de Expresión se cierra definitivamente una etapa, pero se hace necesario más que nunca recuperar la memoria histórica.
En total, se levantaron 1210 procesos. De estos: 550 fueron impulsados de oficio desde este organismo que estuvo encabezado por Carlos Ochoa y otros 660 por denuncias particulares.
En total, hubo 705 resoluciones sancionatorias: 500 fueron establecidas por oficio y las otras 205 por denuncias particulares. Estas resoluciones derivaron en 776 sanciones: 425 fueron de tipo pecuniario a través de las cuales se recaudó USD 2.416.633,95; 194 amonestaciones escritas; 75 disculpas públicas; 35 rectificaciones; 28 réplicas y 29 suspensiones de publicidad.
Los artículos más utilizados en las sanciones de oficio de la Supercom fueron las normas deontológicas de la Ley de Comunicación vigente y que sumaron 176; seguido de la entrega de copias de programas o impresos con 116; por identificación y clasificación de los tipos de contenidos fueron 97; por clasificación de audiencias y franjas horarias llegaron 52; 49 por la difusión de los contenidos musicales que fue la conocida de la regla del 1 x 1 (por cada canción internacional se debía emitir una nacional) y 35 por derecho a la rectificación.
El medio de comunicación más castigado durante esos seis años fue Canal UNO con 25 sanciones, seguido de Diario Extra y Teleamazonas con 18 sanciones cada uno. Diario La Hora recibió 17 y Diario Observador 10.