Un apasionado por el fútbol. Hincha del Futbol Club Barcelona (España). Y fan de Lionel Messi. Juan Javier Ortega Reyes nació el 17 de diciembre de 1986. Por la crisis económica de 1998, su familia migró a España, por lo que vivió su adolescencia en la comunidad de Valencia.
Regresó al Ecuador para cursar sus estudios universitarios en la Universidad Politécnica Salesiana, en la facultad de Comunicación Social. Años más tarde, su padre, su hermano y hermana también volvieron al país. Para ese entonces, Javier ya había culminado sus estudios de periodismo y empezó unas pasantías en Última Noticias. Ahí escribió notas sobre ligas barriales y luego se integró a la redacción de Diario El Comercio, en la sección Justicia.
Los temas relacionados con la seguridad y la justicia siempre estuvieron en su tintero. Publicó reportajes vinculados con la violencia, criminalidad, corrupción y la violación a los Derechos Humanos. Como parte de su trabajo, en el 2016 cubrió la última parte del proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.
En 2017 también investigó la trama de corrupción de Odebrecht. Ese mismo año logró una Maestría en Periodismo Digital, Medios y Periodismo Digital, en la Universidad de Guadalajara.
‘Javi’, de 32 años, fue disciplinado. Dividía su tiempo entre el trabajo y el entretenimiento. Trató de conjugar la pasión por el periodismo con la del balón. Los miércoles estaban marcados en su agenda para colocarse los botines, avanzar por la media cancha, armar una jugada y anotar goles para su equipo. También gustaba del atletismo, participó en algunas carreras y sumó ocho medallas.
Su silla en la redacción de El Comercio quedó vacía. Su sonrisa contagiosa ya no flota en el ambiente. En su casa, su habitación está intacta desde el domingo 25 de marzo, cuando partió hacia Esmeraldas para cumplir con su trabajo. Los carteles de Messi, las banderas, las camisetas y otros artículos del club catalán reposan en este lugar al que ahora ingresa su familia, su abuela, sus primos, sus tíos, quienes no descansarán hasta que la verdad de su secuestro y asesinato salga a la luz.